Catching Feelings

Que buen novio.

Hemos estado al menos 1 hora en la misma posición, sentía la respiración tranquila de Justin sobre mi pecho. Mire hacia abajo encontrándome con su cabello, con mis dedos lo aparte, dejando su cara al descubierto, ya que este caía sobre ella. Bese su frente suavemente y decidí hablar.

-¿Estás hambriento, bebé?-le dije tiernamente.

Asintió y yo le sonreí.

-Se que odias el caldo de pollo, amor.-reí ligeramente- Pero si quieres mejorarte tendrás que comertelo.

Gruño en voz baja, reí una vez más antes de pararme suavemente e ir abajo. Fui a la cocina y comencé a preparar el caldo para mi novio. Lo hice lo más rápido que pude. Y en cuanto estuvo listo subí con el.

Entre a la habitación quedando completamente conmovida por lo tierno que Justin se veía con sus labios entreabiertos y su mejilla aplastada por la almohada. Sonreí y deje el plato en la mesa de noche.

-Bien, siéntate para que lo comas.-le dije despacito.

A regañadientes se sentó en la cama y comenzó a comer. Hacia muecas extrañas y me había sonreír por eso. En cuanto se lo acabo se levantó y entró al baño. Estuvo unos diez minutos ahí, salió con el cabello mojado y con unos pantalones de chándal para dormir. Me levanté de la cama mientras el se acostaba y saque de su armario un suéter algo grueso para que se lo pusiera. Se lo extendí y el se lo puso lentamente, me acosté a su lado y el me abrazo, poniendo su cabeza en el hueco de mi cuello mientras yo lo abrazaba delicadamente.

- No tienes una idea de lo mucho que te quiero, mi amor.-suspire.- Se que las cosas entre nosotros se dieron rápida e inesperadamente, pero, no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho, en estos 9 meses de relación me has demostrado que el tiempo no describe el amor que se puede sentir por una persona. Sabes,-dije haciendo una pausa.- daría mi vida entera por ti, te has convertido en mi razon de ser, y por todo lo que quiero luchar. Eres mi todo, Drew.-bese su frente.-

Su cabeza se levantó para depositar un beso en mis labios, corto pero dulce.

-Te amo, Justin.-le dije acariciando su cabello.

-Yo también te amo, princesa.

Suspire, demonios, me había enamorado completamente de el. Se quedó dormido una vez más, por lo que tome mi celulae y comencé a revisar mis redes sociales, habían muchas preguntas en mi Twitter, ya que desde anoche no se le había visto a Justin, eran casi las 6 de la tarde y el no había salido. Decidí tomarle una foto mientras dormía y subirla a mi instagram, escribí como descripcion: "Nuestro bebé está enfermo, despertó con una fiebre horrible pero esta bien chicas, el tuvo una fantástica fiesta anoche, la fiebre puede ser producto de la resaca.", enseguida llegaron los comentarios y cosas así, y mientras revisaba mis cosas un post llamo mi atención. Eran varias fotos de la fiesta, había una del momento en el que a Justin se le ocurrió la magnífica idea de tocarme todo el trasero, e incluso las que nos había tomado el fotógrafo, algo llamo más mi atención, los chupetones en nuestros cuellos e incluso el de mis pechos se veían y bastante, me sonroje y seguí viendo, habían fotos de Justin con Selena e incluso unas mías mirandolos con recelo. Decidí cerrar todo cuando sentí a Justin despertar, me miró y sonrió, le devolví la sonrisa y el se sentó a mi lado.

-¿Cómo te sientes, flaco?-le pregunté tomando su mano.

-Mejor, creo que ese asqueroso caldo me sentó bien.-rió un poco.

Reí ligeramente y el me abrazo, su brazo se envolvió en mi cuello acercandome a el, beso mi frente y yo alce mi cara para besarlo en la boca. Sus labios se movieron lentamente sobre los míos, llevandome al cielo y de regreso. Su lengua se deslizó sobre la mía, mientras sus dientes mordisquearon un poco mi labio inferior, sonreí en medio del beso y el hizo lo mismo. Nos separamos y el decidió hablarme.

-Necesito salir de aquí.-me dijo.

-Justin, estas enfermo, afuera hace un poco de frío y no quiero que empeores.- le dije.

-___, ya no soy un niño, no necesito que me cuides.-soltó.

Me quedé un poco sorprendida y aturdida en cuando el desenvolvió su brazo de mi cuello para levantarse y vestirse.

-Bueno, si eso es lo que quieres esta bien.

-Gracias.-escupió.

Salió de la habitación soltando un portazo que me hizo estremecerme por el ruido. Cerré mis ojos, respirando, tratando de calmarme. Baje y como supuse, Justin ya no estaba. Me puse unos pantalones rápidamente y llame a Matt.

-Hola.-dijo esa voz atravez del teléfono.

-Hola tonto, llamaba para ver si querías venir a casa de Justin, se fue y me ha dejado sola.-reí.

-Que gran novio.-dijo sarcástico.

Me quedé callada y mejor colgué. Trate de respirar, pero no pude, ya que las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin previo aviso. Subí a la habitación, recogiendo mis cosas. Salí de la casa de Justin con lágrimas mojando mi cara. Los malditos paparazzis estaban ahí. Me subí a mi auto y me puse en camino hacia mi casa. Una vez ahí. Me percaté de algo.

Llevaba la camisa de Justin y estaba hecha un desastre.

Me quedé sentada en mi sala, pensando, tal vez Matt tenía razón.

Pero aún así, lo amaba, y no lo dejaría por nada ni por nadie en el mundo.