Alisson siempre pensó que su cumpleaños número 16 iba a ser el más importante y significativo en su vida, pero nunca imaginó que fuera de esa manera.
"Nos mudaremos", las palabras de su madre todavía retumbaban en su cabeza. ¿Cómo sería capaz de sobrevivir sin sus amigos de toda la vida? Claramente, sus padres nunca cambiarían de decisión, ya que según ellos, era lo mejor para su economía y bienestar. Así que lo único que quedaba era resignarse y suplicarle al destino que todo le fuera bien en su nueva escuela y hogar.
La despedida con sus seres queridos fue dolorosa, pero ya cuando estaba en el avión no tuvo mente para pensar en eso. Ahora estaba preocupada, ¿qué pasará ahora, estando sola en un lugar que no conocía? Y mientras sus dudas aumentaban, el sueño también lo hizo, así que inmediatamente se durmió.
La despertó su madre, anunciándole que ya habían llegado a su destino. Al bajar, respiró hondo y siguió a sus padres en busca de sus pertenencias. Mientras caminaba, se distrajo con su celular y tropezó con una joven pareja que debía tener aproximadamente su edad.
-Hey, ¿por qué no te fijas por dónde caminas? –Le gritó enojada la chica. Ésta tenía el pelo color azabache, era de estatura mediana y el aro en su nariz resaltaba. Aunque eso no era nada si te fijabas en sus brazos, ya que estaban llenos de tatuajes. Alisson se quedó impresionada y muda por la apariencia de la extraña. –¿Acaso se te perdió algo? ¿Eres un poco o muy retrasada?
-Yo... –No tenía palabras e inmediatamente sintió arder sus mejillas de la vergüenza. La pareja se echó a reír, fue en ese momento en que se fijó en el chico. Era guapo, alto y de buena complexión, sus músculos se marcaban por la camisa ajustada que llevaba. Tenía los ojos color miel y su cabello lacio lo llevaba ligeramente levantado, dándole un toque rebelde. A Alisson le dieron ganas de revolcárselo, pero dado el momento embarazoso, simplemente echó su mirada al suelo y decidió seguir su camino.
-Y eso es lo que pasa cuando una muggle se cruza en tu camino. –Dijo la chica, dando por terminado el breve encuentro y chocando la mano con el joven. Los dos siguieron su destino mientras reían.
"Buen comienzo Alisson, buen comienzo." Pensó decepcionada por la bienvenida que le habían dado en su nuevo hogar y por la actitud de dócil que había tomado. Si hubiese estado más alerta y cómoda en el lugar, posiblemente le habría salido con alguno de sus comentarios sarcásticos; pero la situación le había cogido desprevenida y se había quedado anonadada.
"En fin, quizás mi día no sea tan malo..." Equivocación. Se le había perdido de vista sus padres. Alisson sentía la desesperación apoderándose de su cuerpo lentamente.
-Okay, solo debes respirar, que no cunda el pánico... –Suspiró mirando a su alrededor. –Quizás deba buscar ayuda como una niña de 4 años perdida, dile adiós desde ahora a tu dignidad, Alisson. –Dicho esto, agarró sus cosas nuevamente y decidió buscar a un guardia de seguridad. Las personas la miraban como si estuviera loca, ella siguió en su búsqueda hasta toparse con su salvación. Carraspeó para que notara que necesitaba ayuda.
-Disculpe, señorita, ¿se le ofrece algo?
-Si... eh... –¿Cómo se supone que diga una chica de 16 años que ha perdido a sus padres en un aeropuerto sin sentir vergüenza? –Um... creo que he extraviado a mis progenitores. –Por segunda vez en el día sintió como sus mejillas ardían.
"Buena contestación Alisson, choca esos cinco".
Observó como el guardia trataba de aguantar la risa.
-Si deseas, puedo hablar por los altavoces... aunque veo en tu mano un celular, ¿qué tal si lo usas para llamarlos? –Le contestó como si fuera una niña pequeña. Ella se quedó sin habla por lo tonta que había sido y no supo qué hacer ante la situación sin perder más la dignidad. –¿Entonces...?
-Ah claro, ya lo sabía, gracias. –"Perfecto Alisson, buena jugada." Sonrió sarcásticamente y se giró para alejarse de su momento de humillación. Al hacerlo, se fijó como la anterior pareja había visto todo y se reía sin disimular. Revoleó los ojos, decidió ignorarlos y marcó en su celular el número de su madre. Contestó al primer tono.
-Alisson Marie Mellark Clayton, se puede saber dónde diablos...
-¿De casualidad perdieron a su hija? –La interrumpió, no estaba para reclamaciones.
-No estoy para bromas, te hemos estado buscando hace 3 horas...
-No exageres, mamá. No ha pasado ni media hora, ¿dónde están? –Interrumpirla era su pasatiempo favorito, ya que sabía que era lo que más odiaba.
-Afuera. –Cortó la llamada mientras se dirigía a la salida.
Al encontrarse con sus padres y ver el auto que los esperaba, sintió un gran alivio. Ya quería alejarse del maldito aeropuerto que la había hecho pasar la mayor vergüenza de su vida. Entró al carro sin dirigirle ni una sola palabra a sus padres e ignorando sus reproches. Lo último que quería era contarle lo que había sucedido. El transcurso del viaje hacia su nueva casa fue corto. Al llegar, lo primero en lo que se fijó fue en la enorme urbanización en la que iban a vivir. Todas las casas eran grandes y elegantes, parecían sacadas de alguna película. La suya no era la excepción, se podía apreciar su estilo antiguo pero refinado, ya que estaba construida en ladrillos. Además de ser de dos pisos, la mayor parte eran ventanas de cristal y se veía el interior.
"Cortinas... cortinas... cortinas..."
-Necesitaremos algunas cortinas. –Comentó su madre, al mirarla se dio cuenta de que tenía la misma expresión que ella. –No pensé que fuera tan grande, cariño. Gracias.
-Todo para que mis reinas sean felices. –Sonrió William, el padre de Alisson, mientras abrazada a su esposa por la espalda.
-Ya dejen las cursilerías, me dan asco.
-Cuando estabas enamorada no decías eso. –Respondió Grace, mirando fulminante a su hija.
-Pero como ya ven, el amor se acaba. –Al decir esto, recibió un golpe de su madre. –Y la realidad duele... bueno me voy adentro con mis cosas. –Decidió irse antes de que su madre empezara a discutir.
Alisson tenía una buena y justificada razón para decir esas cosas, y no era necesariamente porque le habían roto el corazón cuando se había enamorado por primera y única vez. Todavía le afectaba guardar el secreto que tenía su familia, y sabía que cuando saliera a la luz, la perjudicada sería ella. Sacudió su cabeza para dejar de pensar en ello.
"Bueno, lo peor todavía no ha pasado, y ya quiero irme de este infierno..."
Y realmente no tenía ni idea de los demonios que vivían en él.
...........
Sé que está algo aburrido porque todavía no ha comenzado la acción como tal, pero bueno, con algo se debe empezar. :) Tengo la pequeña esperanza de que por lo menos tenga 10 lectoras al seguir escribiendo y poder ganármelas poco a poco.
ESTÁS LEYENDO
Tentación y deseo.
Teen FictionAlisson llega nueva a la ciudad, y como en todas las historias, resulta ser el nuevo centro de atención en aquella agradable escuela. Pero, ¿qué pasa cuando los hermanos Kurl se interesan en ella? ¿Ganará el bien o el mal en el corazón de Alisson...