PRÓLOGO

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Abro lentamente los ojos. Giro con delicadeza mi cabeza. Gotas se derraman por la ventana, está lloviendo. Vaya día escogió mi cerebro para recordarme toda la mierda que he vivido. Gritos, sollozos y mucho dolor, tanto físico como mental, desgarran mi cerebro.

Tengo una migraña que siento que en cualquier momento mi cabeza va a explotar. Observo lentamente mi entorno mientras mi cuello truena. ¡Rayos! Otra vez me quede dormida en la silla de mi oficina.

Cierro mis ojos nuevamente.

TocTocToc

Abro mis ojos de un impulso acomodándome mientras con un simple -pace- respondo a quien sea que interrumpe mi descanso así.

Charles aparece por la puerta con una expresión muy seria, inmediatamente frunzo el ceño, algo no está bien.

-Teniente, tenemos un problema. La carga no llegara hoy, llegara hasta pasado mañana-

- ¿qué es lo que paso? -

-alguien filtro la información de como la pasaríamos por la frontera. Ahora la policía tiene reforzada la seguridad ahí-

-de acuerdo. ¿cómo la pasaran? -

-la dejaremos volar- dice con una enorme sonrisa

-jajá, está bien Charles- dije sonriendo mientras cerraba mis ojos lentamente y volvía a recostarme.

-Alex me retiro- dice mientras se dirige a la puerta.

-charles espera- se detiene abruptamente, y se gira para verme.

-Si Alex? -

-encuentra al soplón y prepárale una reunión en el salón de castigo- digo con una sonrisa burlona. - a y charles-

-Si? -

-si quieres seguir viviendo, por favor no me vuelvas a llamar por mi nombre- abro mis ojos y noto como tiene la cabeza gacha y la mirada perdida en el suelo. Se voltea y sale por la puerta.

Realmente amo dominar así a los hombres, es mi manera de demostrarles que no son nadie, todos iguales, pinches desgraciados que creen que pueden hacer, decir y tomar lo que quieran sin ninguna consecuencia. Los odio a todos. ¡Malditos!

Me sumerjo en el papeleo pendiente que tengo, pues, aunque no lo crean es "difícil" manejar y administrar los "bares Olson". Jajá noten mi sarcasmo...

Pov's Nathan

El viento en el rostro, libertad y paz... Así me siento.

Asfalto, girar, acelerar, velocidad, olor a gasolina que se desprende de mi moto, no hay nada mejor que esto.

Los primeros edificios se muestran, reduzco considerablemente la velocidad, casi llego. En momentos así desearía poder salir huyendo.

Me detengo ante las enormes puertas de MorgEnterprice, respiro profundamente y suspiro.

Ingreso a las concurridas instalaciones y me monto directamente al ascensor, presiono el botón del piso 35 y me encamino a la oficina de mi padre.

Las puertas se abren y dejan ver a Susi, la sexy secretaria de mi padre, si no fuera porque sé a ciencia cierta que mi padre hace uso de "sus servicios", Uff hace siglos me la hubiera tirado.

-Buenas tardes señor Morgan- me dice con una sonrisa seductora y una pequeña inclinación de cuerpo que me permite tener una mejor visión de sus pechos.

-su padre esta esperándolo. Si necesita algo solo avíseme por favor-

Le sonrió, y me encamino a ver lo que sea que quiera mi padre. Sólo espero que esta vez no sea alguna estupidez.

- Nathan Ismael Morgan Smith- hay no uso mi nombre, está enfadado, acaso sabe sobre mi pequeño problema? -toma asiento, debemos hablar muy seriamente-

Frunce el ceño y me dirige una mirada de decepción absoluta. Definitivamente me intriga saber lo que pasa. Apresuradamente me siento en la silla enfrente de su escritorio.

-seré franco y directo, lo es todo. Y antes que me interrumpas déjame decirte que estoy muy decepcionado, esperaba más de ti. ¿No puedo creer que teniéndolo todo hayas decidido hacer semejante barbaridad, es que simplemente no lo entiendo, por qué tenías que meterte con ese tipo de personas? -

Estoy en shock, ¿cómo se enteró?, las dudas invaden poco a poco mi cerebro.

- ¿De que estas hablando? -

- ¿de qué?, te diré que, de la gran deuda que tienes con un tal Míster Mike. -

Si antes estaba en shock, ahora siento que muero.

- ¿qué?, nos dé que hablas. -

-No me mientas, lo es todo. Han llamado a tu teléfono y lo he cogido, lo se lo siento es tuyo, no debí, pero gracias a Dios lo hice. He quedado con ese hombre, lo daré todo el dinero que le debes y ya no te molestara-

Jajajajaja esto debe ser solo un mal sueño, ¿he oído bien?, mi padre, el gran Sebastián Morgan, solucionándome los problemas.

-Pero esto- le dije antes que siguiera hablando - ¿cuánto me va a costar? -

Una pequeña sonrisa asomo su boca, y por un momento creí que era sincera.

-Nat, hijo- suspiro -Debes ser responsable. Tienes 25 años, debes madurar ya. Es hora. Tu madre y yo hemos tomado una decisión, te iras a la pequeña ciudad de Falden a vivir con tu tío John. Dirigirás la nueva sede de la compañía y espero por tu bien que lo hagas bien-

-no puedes hacerme esto- dije enojado mientras me levantaba gritando- MI VIDA ENTERA ESTA AQUI-

- ¡Lo siento, pero es una decisión tomada y no cambiare de opinión, mañana mismo te subes a un avión rumbo a Falden y no lo tomes como un castigo por favor, míralo más bien como una nueva oportunidad, nuevos horizontes por explorar, ve y cambia, madura de una vez!!!-

Jajá si claro, nueva oportunidad, un huevo horizonte. Para mi esa ciudad de quinta no es más que el peor de los castigos, voy camino al propio infierno....



Mi Chica Peligrosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora