Las dos o nada »Jerrie Thirlwards«

John y Allyson

Perrie Pov:

Abundó un silencio hasta que por fin respondieron.

-No, dejen que ahora vemos qué hacemos -respondió Leigh y le hice a Jade una seña para que me acercará el celular al rostro.

-Está bien. Adiós chicas -dije y ella volvió a acercarse el auricular a su rostro.

-Sí necesitan algo, llamen -añadió Jade

-Está bien, gracias chicas -habló nuestra amiga

-¡Y no hagan nada subido de tono mientras nosotras no estamos! -exclamó Jesy del otro lado.

-¡Jesy! -regañó Leigh y las tres soltamos una pequeña risa.

-Okay, ahora sí adiós chicas -dije y colgué la llamada pasando mi dedo por la pantalla.

-¡Hey, no hagas eso! -regañó, ahora Jade, mientras alejaba el celular lejos de mi alcance -Tú estás conduciendo -dijo y yo puse los ojos en blanco.

-Por favor Jade, tranquilizate un poco -dije mirándola y ella gritó.

-¡Cuidado Perrie! -exclamó y desvíe rápidamente mi vista al camino viendo cómo venía un camión en la misma dirección que nosotras.

Maniobre fuertemente y rápidamente el volante, llevándonos al costado de la carretera. Chocando contra un árbol.

Levanté mi vista del volante de donde estaba apoyada y lo primero que ví fue a Jade. Por suerte traíamos el cinturón de seguridad, sino esto se hubiera convertido en una terrible tragedia.

-¿Jade? -la llamé mirándola preocupada mientras me libraba del cinturón -¿Estás bien? -pregunté corriendo algunos cabellos de su rostro y ella parpadeo un poco sus ojos, y me miró.

-Qué... Estúpida eres Perrie -dijo divertida y yo la miré sin entender el por qué de su tono.

-Jade, ¿Qué te pasa? ¿Te golpeaste muy fuerte?

-No... Digo sí -respondió tratando de acomodarse lentamente en el asiento -Me duele todo -habló tocandose la sien. Y al sacarse la mano de ahí, vió que tenía sangre. -¿Qué?

-Lo... Lo lamento tanto Jade -traté de ayudarla pero sentía que si la tocaba le iba a doler, mis manos estaban por todo su cuerpo pero no la tocaban. -Fui una idiota, debí hacerte caso como siempre. -me mordí el labio preocupada.

-Ya Perrie, deja de llorar y ayúdame a bajar de aquí que no siento las piernas -pidió y yo asentí.

Abrí la puerta y al bajar sentí que una de mis piernas me dolía. Decidí ignorarla y poner primero a Jade en mi lista de preocupación.

Me acerqué más a ella, y Jade me frenó.

-Perrie tu también estás lastimada

-Sí, pero no me importa -quise agarrar la hebilla de su cinturón pero nuevamente ella me detuvo.

-No Perrie, pará. -pasó una mano por uno de mis pomúlos y yo cerré los ojos por el ardor de la herida -Lo siento -se disculpó y pasó con su otra mano por mi labio, sacándome la sangre que tenía.

Nos quedamos mirándonos, sin habla. Hasta que ella desvío su mirada a sus piernas y soltó mi rostro. Yo parpade para salir del trance, y le desabroche la hebilla.

-Listo, ¿Puedes bajar? -pregunté mirando las piernas de ella y al no escuchar una respuesta la miré.

-¿Tú ves de que yo pueda bajar así? -dijo tranquila pero enojada. Parecía todo actuado, no puede ser que este así cuando chocamos contra un árbol.