Prólogo.

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La luz del sol atravesó mis cortinas color azul. David dormía a mi lado.

Observe el despertador. Era tarde, demasiado.

Sergio: ¡Santiago!

Era sábado. A pesar de ello debíamos levantarnos temprano para ir a buscar a Santiago el cual a había quedado a dormir en casa de un amigo.

David: Calla. La madre de Eddie le traerá a la hora de comer.

Suspire aliviado.

Sergio: Ahh.

Cerré los ojos. Sentí algo que se apoyaba en mi pecho. Posiblemente era la cabeza de David. Abrí los ojos y el levantó su cabeza. Me acerqué a el y nos fundimos en un dulce beso. Sus labios eran mi mayor droga.

Cuando el beso término los dos sonreimos.

El tiempo pasó. Los dos estábamos tumbados, David estaba con el móvil mientras que yo no podía dejar de mirarle.

A veces. Cuando duermo, veo esa imagen. Más de una vez desperté con lágrimas en los ojos o incluso debió despertarme David. Pero, ¿Como no voy a llorar si sueño que disparan a David?

Bueno. Debo intentar olvidar esa imagen ficticia de mi mente.

Olliepan: (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora