Antes de dormir

Mundana

MUNDANA

Fue un pensamiento efímero. Fue un movimiento rápido; sin darme cuenta me encontraba muy cerca de él. Mi cuello rozaba sus labios y la sensación desequilibró mi moral. El cuerpo actuaba, la mente estaba ausente. Sus besos pasearon de mi garganta hasta llegar a la mandíbula dejando un recorrido de sensaciones lujuriosas. Lo estaba disfrutando...

Pero, estaba mal.

Se acercó a mi mentón; peligrosamente cerca de mis labios. Él era el pecado, la tentación, el adulterio. No me importaba. Nada en este momento me importaba. Finalmente, nos unimos en un beso: éramos uno solo. Juntos. Un pecado celestial.

Sin embargo, no era él.

¿Qué demonios estoy haciendo? Abrí mis ojos aterrorizada.

Me encontraba en un lugar oscuro, húmedo y deprimente. Olía mal. ¿Dónde estoy? Vagas memorias emergían de mi mente pero no podía ajustarlas a mi realidad. Todo era muy confuso. Al final de la habitación, vi la luz.

Corrí.

El brillo del sol me cegó, todo era tan brillante. La naturaleza estaba vestida de armonía, paz y ocultaban los oscuros secretos de la vida. Me rodeaban las personas que quería; mas su mirada reflejaba vergüenza. Era una decepción para ellos.

Al bajar mi mirada sostenía entre las manos mi destino hecha bola de cristal. ¿Quién era aquella chica? ¿Por qué lucía tan vacía en el reflejo de cristal?

Pecadora, desgraciada... mundana.