Él me acompañó cada vez que quise salir a ver las estrellas porque no podía dormir.
Él nunca se quejó del frío que hacía a las dos de la noche y me abrazó hasta que pude dormir.
diecisiete
Él me acompañó cada vez que quise salir a ver las estrellas porque no podía dormir.
Él nunca se quejó del frío que hacía a las dos de la noche y me abrazó hasta que pude dormir.