El día a día

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La campana que indicaba el finaldel día sonó dejando a el profesor de matemáticas con la lección sin terminar. Los alumnos recogieron sus cosas y salieron de la clase como alma que lleva el diablo y formando los tipicos grupos.
Mi nombre es Lacie y yo no tengo amigos.

Al principio no me gustaba estar sola y me acercaba a los demás esperando que me aceptaran en algún grupo. Ya me he dado por vencida e incluso tener compañia me incomoda.

Cuando llegué a casa di los buenos dias a la nada y me puse frente al espejo del servicio. Miré mi cabello rubio y liso que llegaba hasta la cintura y mis ojos azules. Me quité la lentilla de el ojo izquierdo dejando ver que mis ojos no eran de un mismo color. Mi ojo izquierdo era negro y el derecho era azul.

No me molestaba tener lentillas ya que no veía nada por el ojo izquierdo, si hubiera sido el ojo derecho por el que no veo sería ese en el que me hubiera puesto la lentilla.

Cociné algo y me puse a hacer la tarea.

Mi casa era grande y solitaria sobre todo porque la mayoría del tiempo estaba sola ya que mis padres trabajangran parte del día, se podría decir que son unos adictos al trabajo.

Para las tareas de la casa hay mujeres que vienen a limpiarla y a cuidar de mi. Ha sido así desde que era pequeña. No recuerdo un día que lo haya pasado con mis padres.

Ellos trabajan en un laboratorio esperimentando con enfermedades raras y mortales y buscando curas.

Cuando terminé de hacer la tarea me acosté un rato en la cama jugando con el móvil cuando se escuchó una puerta.

Bajé para ver como mi niñera soltaba sus cosas y se preparaba para trabajar.

Sofi fue la persona que me crió desde que tengo memoria, la que me enseñó a leer y a escribir, a montar en bici y la que me regañaba cuando hacía alguna de mis travesuras.

-Buenos días, ya he almorzado no te preocupes por eso.- dije mientras caminaba para estamparle un beso en la mejilla.

  -Me voy a hechar un poco y cuando despierte crnamos ¿vale?

Su cara cambió a la forma " hay que decir algo importante y para eso hay que tener calma"-Me parece que eso va a ser imposible cariño, tus padres van a venir a cenar hoy así que vas a tener que arreglarte y tener paciencia.

Se me había olvidado que todos los años al final del curso mis padres cenaban conmigo y yo les contaba mis notas. Normalmente ellos solian quejarse de que no sacaba todo sobresalientes o de que no me integraba con los demás de mi clase.

Aquí está el primer capítulo comenten y espero que os guste. Publicaré normalmente cada semana.

Sueños compartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora