La brillante luna llena se reflejaba en el metálico yelmo de un chico que corría a gran velocidad por una llanura, en dirección a los acantilados más escarpados de la Cordillera Hoja de Pino. La hermosa luna hacía brillar la armadura completa que el chico llevaba encima, un brillante y esbelto arco rojo colgaba de su espalda, sujetado por una franja de cuero, que también estaba unida a un hermoso carcaj de flechas con pumas rojas.
Con una velocidad inhumana, el chico trepó por las rocas dejando atrás una estela de polvo. Al llegar a la cumbre se vio forzado a aminorar el paso, frente a él se encontraba una enorme cueva con una abertura que solo revelaba oscuridad.
-¡Sal de una vez, para que pueda matarte!-Gritó el chico a la oscura cueva.
-¡Matarme! ¿Tú?
Una voz cavernosa salió del interior de la cueva, eclipsando cualquier otro sonido. De entre la oscuridad emergió un enorme dragón rojo carmesí, casi tan grande como la cueva que se encontraba a su espalda, tenía filosos colmillos que sobresalían de su boca, y enormes garras que podían partir a un hombre a la mitad con un solo zarpazo. Pero lo más temible de este dragón no eran sus colmillos o sus garras, sino su cola, la cual estaba llena de peligrosas espinas que contenían un veneno peligrosísimo, una gota de este veneno podría matarte en unos cuantos minutos.
-Quiero ver que lo intentes.-Dijo el dragón sonriendo.
Se miraron intensamente el uno al otro mientras de sus mentes fluían los más intrincados pensamientos.
-Sabes a que vine. Quiero que me devuelvas lo que robaste.-Dijo el chico sin apartar la mirada de los ojos color rubí del dragón.
-Te refieres... ¿A esto?
El dragón mostró una de sus zarpas, donde sujetaba a una chica de cabello castaño medio largo, ataviada de un desgarrado vestido azul marino.
-¡Suéltala!-Gritó el chico con furia.
-¿Que la suelte? Por supuesto que lo haré.
El dragón alargó la zarpa, llevando a la chica al borde del acantilado, mientras esta se debatía por escapar. Mirando al chico y derramando una última lágrima, la muchacha calló por el acantilado.
-¡SAPPHIRE!
El grito del chico desgarró el aire, varios animales del bosque despertaron asustados y las aves levantaron vuelo escapando del escándalo.
-Ups.-Dijo el dragón con una maliciosa sonrisa.
-TE MATARÉ-Le gritó el chico. La ira desbordaba su ser y él no se estaba dispuesto a controlarla, sino a dejarla fluir.
Rápido como una bala, el muchacho desmontó su arco y sacó una de las preciosas flechas del carcaj. Disparó inmediatamente acertando la flecha en el flanco derecho del dragón. Este soltó un rugido atronador. Inmediatamente la cola del monstruo se dirigió al chico con gran velocidad, este consiguió esquivarla por poco, pero una de las espinas alcanzó el borde de su túnica, derritiéndola.
Varias flechas más surcaron el aire, clavándose entre las duras escamas de la piel del dragón. Este rugió de dolor e intentó golpear al chico con una de sus zarpas, pero él fue demasiado rápido y el dragón falló su estocada. Lucharon durante varias decenas de minutos, pero al final y a duras penas, el chico consiguió matar al dragón, al clavarle una flecha en el corazón.
Desolado, volvió a su pueblo, con un nudo en la garganta al saber lo que debía contarle a las gentes. Sapphire, la princesa del reino acuático, estaba muerta.
ESTÁS LEYENDO
Pokemon Medieval: S @ R
ActionPrimer capítulo de este fanfiction, donde Ruby, un caballero intrépido se enfrentará a grandes peligros para proteger a su amada Sapphire. Acompaña a Ruby en esta aventura, ¿qué dificultades le esperan a continuación?