Creo que me gustas.

Capítulo 3.

Al llegar, mi cara se convertía en otra. Los ojos me brillaban, la boca sonriente de par en par, estrellas invisibles a mi alrededor y los ojos mirando de un lado al otro al chocolate. ¡ P A R A I S O !
Dije sin poder taparme la boca, era demasiado tarde como parecer estúpida.
La chica de la heladería se reía suavemente intentando evitar contacto visual conmigo. Desde luego era tímida.
Pablo: Dos de chocolate con oreo y vainilla por favor.
Yo: ¿Cómo sabias que pediría eso?
Pablo: Te conozco, Kato.
- Kato es como me llamaba el, gato en Español y Kat en inglés. -
Yo: Quiero hacer skate - Dije con los ojos llorosos en modo de perrito adorable. -
Pablo: ¡Me lees la mente! ¿Salimos mañana?
Yo: De acuerdo. ¿Me acompañarás a casa ahora?
Pablo: Lo dudabas, eh.

Todo el camino de vuelta iba con la boca manchada de oreos, pero como Pablo es una mala persona, no me lo dijo. Al llegar a casa, siempre nos solemos quedar un tiempo en mi puerta para poder hablar y despedirnos agusto.
Pablo: Me tengo que ir ya, cielo, vivimos al lado.
Yo: Jo. Anda, dame un beso.
Pablo: ¡Genial! ¡Así me como el chocolate!
Yo: ¿Qué?
Pablo: Ups, jeje.
Yo: Adiós tonto. - Dije entre carcajadas intentando separar los labios de Pablo de los míos. -
Pablo: Adiós, Kato.

Entre a casa como en una nube, acababa de cerrar la puerta y ya estaba Pablo escribiendo.

Pablo, hoy a las 23:44.
Cariño, ya te echo de menos.
                                 Leído a las 23:45.
Yo, hoy a las 23:45.
Yo también, tontorrón. En fin, me voy a dormir ya.
                                    Leído a las 23:46.

Julie: ¡Oh, te dignas en aparecer!
Yo: Sorry, Julie. Se me fué el tiempo de las manos.
Julie: Anda, a dormir. - Dijo como si fuera una madre responsable enfadada. -
Yo: Si señora. - Dije mientras soltaba una risa floja. -

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Sorry! Este capítulo es más corto ya que Kat no empieza el día por la mañana, sino cuando queda. ^^ Aún queda para los capítulos de la historia en sí.