capitulo 34

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capitulo largo.....

Pero como era de esperarse la atrapo, rápido comencé a subir las escaleras

—_______ (tapdo) déjame explicarte— corrió detrás de mí y me sujeto del brazo evitando que siguiera caminando

—Suéltame ahora mismo— le dije sin siquiera voltear a verlo

—Por favor escúchame— insistió pero simplemente tire mi mano fuertemente haciendo que me soltara, seguí caminando ignorando los llamados de Rubén.

Llegue a mi habitación y la cerré recargándome en esta, por más que trataba de contener las lágrimas que se habían acumulado en mis ojos, no logre hacerlo más y estas cayeron empapando mi rostro. Me sentía tan estúpida, tan utilizada.

¿Cómo podía haberme hecho eso?

—Mi vida, ábreme— escuche detrás de la puerta seguido de dos golpes en la puerta, me deslice aun recargada en esta hasta que llegue al piso

—Vete Rubén— mi voz se entrecortaba

—Princesa por favor no llores déjame explicarte— se dio cuenta del sentimiento en mi voz

— ¿Que no llore?— reí amargamente — ¿Qué quieres que haga RUBEN DOBLAS, que este muerta de la risa, o que haga de cuenta de que nada paso?— las lágrimas aumentaban al igual que el dolor que tenía en el pecho

—Princesa por favor ábreme y déjame explicarte. — pidió nuevamente pero no le respondí, no le abriría. ¡Me había engañado! ¡En mi propia casa! y todavía se atrevía a decirme que no llorara. Mangel tenía toda la razón. Es un idiota.

Rápido llego a mi mente Mangel, si se enteraba de esto, no demoraría en matarlo. Aunque realmente no lo necesitaba, yo misma podría hacerlo con toda la rabia que se había creado en mi interior. Obviamente ni él ni Hannah podrían enterarse.

—Tienes que escucharme yo llegue y...— comenzó a tratar de explicar pero otras voces lo interrumpieron

— ¡______(tapdo) Volvimos!— ¿eran mis padres?

Inmediatamente limpie mis lágrimas, me puse de pie y abrí la puerta. Hay seguía Rubén estaba igual de sorprendido que yo,

—Son tus padres— se acercó para tomar mi mano pero retrocedí

—Pero en que buen momento llegaron— dije fríamente —Así no tendré que explicar nada— llene mis pulmones con oxígeno mientras trataba de mantener la frente en alto

— ¿C...cómo?— preguntó sin entender

—Entre tú y yo no paso... y no hay absolutamente nada— hacia un gran esfuerzo por no desmoronarme y llorar sin parar, me dolía enormemente.

—No _______ (tapdo), tu sabes que te amo y nunca podría herirte, déjame explicarte— volvió a acercarse a mi

—Déjame— lo que sentía era imposible de explicar, sentía unas fuertes punzadas en el estómago y en el pecho y lo que era peor no podía contener más las lágrimas. Las limpie con rabia nuevamente y le saque la vuelta, pero roso su mano con la mía y la tomo delicadamente

—No me hagas esto— susurro en tono de suplica

—Yo no hice nada— ¿cuándo habíamos cambiado de papeles y ahora la mala de la historia era yo? —Cuando yo te decía que te amaba, no jugaba— mi intento por qué no se quebrara mi voz era inútil. Hice que me soltara y camine por el pasillo, hacia un enorme esfuerzo para controlar mi respiración y lágrimas. Llegue a las escaleras y logre ver a mis padres y a Ana. Cambie mi deprimente rostro por una forzada sonrisa, me alegraba mucho que ellos estuvieran de vuelta. Así que Rubén se iría junto con todas sus malditas farsas.

Mi Sexi Niñero (Rubius y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora