Mi Loba Interior

Capitulo 12

no creen?, su querida hermana salía con su uniforme de la escuela lista para marcharse iba muy bien peinada y organizada.

Sus hermanos no podían negarse a llevarla ya que sus madre se los ordeño y no podrían desobedecer su mandado y ademas, coló decirle que no a una carita tan tierna como esa, su hermana tenía la cara de un angel.

-Bueno estas lista para irte Mónica?- preguntaba su hermano Ian mientras miraba el reloj de su muñeca izquierda, - si estoy lista, ya vámonos- decía entre rosas su hermana.

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Responde Tarado- con una mirada diabólica lo miraba Victoria y enseñándole los colmillos muy bien afilados que salían de su boca.

- pero que sera que estara haciendo Victoria con ese hombre atras...

- Ya acabe, el tipo de atras dice que ya no nos molestara mas- sonreia Victoria mientras miraba para el frente del parabrisa- hmm... si no te diste cuenta Patricia ya cambio el semaforo.

mire de frente y era cierto el semaforo si habia camiado, puse el motor del carro en marcha y aceleramos a la máxima velocidad, ya casi llegando a la casa de Victoria pasamos por unos helados en Helados BON, los helados más, más, más ricos... de la zona, je.

Cuando deje a Victoria en su casa yo me marche a la mía, con el regalo que me había traído Victoria de NY en mis manos me lance en mi cama a descansar un poco, tenía un cansancio enorme, buscar a Victoria al aeropuerto me había dejado agotada y cansada, aparte estaba apunto de mudarme a una mansión que estaba cerca de la casa de Axel, había guardado mis ahorros para poder comprarlo aparte de la ayuda de mis padres.

Sólo podía pensar en Jason, ¿dónde estaría mi príncipe azul?¿ qué estaría haciendo lejos de mi? No puedo concentrarme en otra cosa que no sea el, ¿en cómo me mira? ¿Cómo hace que se me pongas los pelos de punta? ¿Cómo me siento segura en sus brazos?. Ya estaba fantaseando muy lejos de lo normal y no había nada en ese momento que pudiera sacarme del transe hasta alguien toco la puerta sacándome de el infinito y más allá.

Baje corriendo las escaleras y abrí la puerta, entonces apareció el...