Hola, mucho gusto.
Sí, lo sé... No estás pasando tu mejor momento, y probablemente ni te importe lo que tengo para decirte, pero escuchame un minuto...
Te entiendo. Hace unos años yo estaba viviendo el peor momento de mi vida... Pero, ¿adivina qué? Estoy acá. Yo también sentí que nada tenía sentido, que todo me daba igual. Estuve furiosa, triste, sin ánimos... comencé a bajar mis notas en la escuela. Mi familia estaba quebrada, no parabamos de pelear, de llorar... No dormía tranquila, tenía miedo de perderlo todo.
Odiaba que la gente sintiera lastima por mi, y evité hablar con mucha gente del tema. Pasé mi peor año escolar, mi mejor amiga me dejó de lado... No tenía amigos (nunca tuve muchos igual), estaba sola cuando más lo necesitaba.
Pero, mirá... Estoy acá.
Y te digo que parecía que no iba a terminar más, que nunca volvería a recuperar el equilibrio. Sentí hasta que me estaba perdiendo a mi misma.
Tardó, pero pasó. No dejó de doler, pero soy feliz. Y no fue de la noche a la mañana, sino un momento en el que sentí que había mucho para mí, y que tenía que seguir. Vi toda la voda que tenía por delante y todo lo que me esperaba vivir y que yo podría decidir y cambiar, y me sentí con muchas ganas. Tantas que fue como si el yunque que tenía en el pecho se hubiera desintegrado.
Así que te pido con todo el corazón, que aguantes. Esta vida no es nada fácil para nadie. La gente es mala, el destino cruel, y las decepciones son terribles, pero mientras estés acá PODES HACER ALGO.
No va a ser rápido, pero va a pasar y vas a volver a ser feliz, te lo prometo. Aguanta, está a punto de llegar ese momento.
Todavía tengo alguna difícultad para dormir, y aún siento que puedo perder todo en un segundo, pero sé que soy más fuerte que antes. Mucho más fuerte, y sé lo que me hace bien y lo que no.
Algún día vas a entender todo eso, y te vas a acordar de mí... Solo tienes que aguantar, resistir... Va a pasar.
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