Capítulo 9.

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Al terminar la ducha me di cuenta de que no había llevado mi toalla, fue una decisión muy difícil pero tuve que salir en bolas a la habitación.

Abigail al verme llevo sus manos tapándose la boca, no podía contener la risa. Yo la veía doblemente apenada.

–No me veas así, me olvidé de mi toalla. -dije.
–Pudiste agarrar una del cajón que está debajo del lavamanos. -respondió sin dejar de reírse.

Mientras me ponía el bra, me sentía penetrada por aquella mirada que me traía loca.

Sus manos frías masajeaban mi espalda. Aquella lengua subía por mi columna hasta llegar a mi nuca, sentí la calidez de sus labios en mi cuello, me hacia sentir de una manera que nadie nunca había logrado.

Yo me volteaba lentamente, mientras tomaba sus manos y le daba un beso.

–Discúlpame por lo de hace rato. -dije.
–Shhhhh, sólo calla y bésame.

Me besaba y yo la besaba, nos besábamos. Mi lengua con su lengua, mis labios junto a los de ella.

Mientras nos recostábamos en la cama, le quité la pijama para igualar la situación.
Comencé a besar sus pechos poco a poco, mi mano derecha bajaba su cachetero y mi mano izquierda subía su pierna facilitándole la salida a ésta.

–Me encantas tanto, con ropa, sin ropa, dios. -susurró cerca de mi oreja, mordiéndola.

Bajé a besar su abdomen, un poco más abajo, me dirigía a la zona media de su cuerpo, pero me detuve en su vientre, dando pequeños besitos con mucho amor.

El teléfono sonaba, y Doger, el perro del papa de Abi ladraba, ladraba fuerte, aturdido por el ring ring del móvil.

Yo sólo estaba concentrada en Abi, y ella en mí.
Sabia que iba a pasar.

Al llegar a su sexo, comencé a besarlo suave y lentamente, mientras Abi se retorcía del placer. Armoniosos gemidos escapaban de su boca. Hasta que...

–Hani, t-tengo que decirte algo. -dijo Abi jadeando por el placer que le causaba el oral que le practicaba.
–Puedes decirme lo que quieras. -respondí mientras subía besando su abdomen, su barriga, hasta llegar a sus labios.
–No he estado con nadie. -dijo entre el beso.
–Está bien.

Palabras mágicas para mis oidos, eso me hizo tan feliz.

HABI;lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora