¿POURQUOI?

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Lo vi ahí, enfrente de la puerta mirándome con odio, dos años después, ¿Que quería? ¿Por que ahora?, acabe de subir las escaleras y le di la mano, me la rechazó, lo aparte, abrí la puerta y entre a casa, no me dejó cerrar la puerta.

ODIO
Tan auténtica,
tan saciante es la sensación,
del odio recorriendo mi interior,
como grandiosa era la devoción
que en el pasado almacené.

El eco de tus burlas
alimenta la mecha
de mi apasionado rencor,
e imagina tormentos aplicables
a tu pellejo pecador,
tú que te presentabas
como un Quijote salvador
y en realidad eras de Sade,
seguidor.

Mas, si lanzas
fueran mis miradas,
asaetado todo tu cuerpo caería
y ni siquiera
las alimañas más dañinas
te tocarían;
tal es el sentimiento
que me inspiras,
la furia que me domina
y que da rienda suelta
a mi inabarcable desprecio
donde no puede haber piedad,
no puede haber perdón
por parte de esta hoja
que el temporal arrastró.

-¿Que quieres? *le dije con desprecio*

-Sólo quería hablar de lo que paso y pedirle perdón a Kevin, me he enterado que ha despertado.

-Primero haberte pensado antes dejarlo en coma y segundo quien te crees que eres para venir pidiendo perdón, el perdón para otros

Ring, ring ring, mi teléfono sonaba, lo cogí ,era Lorena

~conversación telefonica~

-Lorena, ¿que quieres? *le dije calmando mi voz*

-Gio, por favor, ves corriendo al hospital, yo voy de camino, han ingresado a Kevin, le han dado un golpe en la cabeza. *me dijo Lorena con la voz agitada*

~fin de la conversación telefonica~

Mire a Alex, estaba riéndose, ¿habia sido el? ¿Por que? Tenía las dudas pero este era el momento, le pegue un puñetazo y lo tire al suelo, después salí corriendo hacia el hospital, estaba a 40 minutos de aqui.

MIEDO A QUE MUERAS

Tengo miedo de que mueras
Mueras
sin haber sabido
qué era vivir a tu lado
y cómo era hacerlo
sin religiones y dogmas.
Muerto
sin haber entendido nunca
qué era morir.
Y ser un muerto ignorante
y andar muerto sin saberlo
y hablar de muerto
y mirar sin ver
y reírme
con un llanto inacabable y desdentado.
Tengo miedo de que mueras:
de que otros piensen por mí,
hablen por mí,
se muevan por mí
y me sitúen
en la ausente tercera persona.
Miedo de que los vivos traicionen tu pensamiento,
digan lo que nunca dijiste,
vayan a donde jamás irías
y, todavía, recen por aquél,
y ese aquél
seras tu,
pero de lejos, de muy lejos,
de tan lejos...
que no te reconoceré.

El viaje se estaba haciendo eterno, cada segundo era una eternidad, cuando vi el hospital de lejos acelere todo lo que pude, cuando ya era demasiado tarde, me salte un semáforo y ¡PUM! un coche chocó contra el mío, di tres vueltas de campana, el coche estaba hecho añicos y yo estaba sangrando, salí del coche y me diriji al hospital como pude, sólo veía a Kevin en mi mente para darme fuerzas, abrí la puerta de recepción de urgencias, unas enfermeras vinieron corriendo a por mi y me curaron las heridas, se lo explique todo y me llevaron a la sala de espera, Kevin estaba en el quirófano, operándose de urgencia.

A las 10 horas lo subieron a planta, la operación a salido como se esperaba, ya lleva dos días sin despertar.

Piiiiiiiiiiiii, ese sonido prevenía de la máquina de pulsaciones, me levante corriendo y fui a llamar a un médico, se lo llevaron, era vida o muerte...

NO TE MUERAS

Mi amor, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.

Mi amor, no te mueras.

Yo soy el que te espera en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.

Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.

En la noche al espeso perfume de las rosas,
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.

Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.

Mi amor, no te mueras.

Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes
para el lecho selvático fragante a sol y a selva.
El que trajo en los brazos jacintos amarillos.
Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas.

El que cruzó los brazos por esperarte, ahora.
El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas.

Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas.
Racimos refregados. Mordeduras bermejas.

El que te llama desde las llanuras brotadas.
Yo soy el que en la hora del amor te desea.

El aire de la tarde cimbra las ramas altas.
Ebrio, mi corazón. bajo Dios, tambalea.

El río desatado rompe a llorar y a veces
se adelgaza su voz y se hace pura y trémula.

Retumba, atardecida, la queja azul del agua.
Mi amor, no te mueras!

Yo soy el que te espera en la estrellada noche,
sobre las playas áureas, sobre las rubias eras.

El que cortó jacintos para tu lecho, y rosas.
Tendido entre las hierbas yo soy el que te espera!

FIN...

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Ya se que me odias pero si, este es el final de la historia, nunca quise un final cerrado, aquí dejó vuestra imaginación, voy a subir epílogo para los que lo quieran leer, me ha encantado escribir esta historia tanto para mi como para vosotros, a sido un placer enorme, voy a hacer una ronda de preguntas para mi y para los personajes, enviarme las preguntas por privado.

Ya hemos llegado a 1k, no me lo creó, es fantástico.

Besos a todos

Os saluda Agus

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Skype: agussanlop

~seguirme y por si queréis saber algo sobre la historia que no OS haya quedado claro.

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