Llevábamos un mes viviendo juntos, para celebrarlo fuimos a cenar fuera. Aunque posiblemente solo era una excusa para pasar algo más de tiempo juntos, porque por cosa de trabajo a penas nos veíamos.
Cenamos y dimos un paseo. Madrid estaba prácticamente desierta a esas horas de la noche, como si fuera solo para nosotros.
-¿Sabes? Ya he terminado la canción.
-Tengo muchas ganas de escucharla. -Álvaro agarró mi mano. -Pero hoy no. Déjame hacer algo especial.
-¿A qué te refieres?
-¿Te acuerdas de nuestra "primera cita"? Cuando puse un montón de velas en mi piso y todo eso.
-Claro que me acuerdo. -Sonreí nostálgico.
-Déjame hacer algo así. Tengo que hablar contigo.
-Está bien... -Respondí dudoso.
Álvaro sonrió y me besó. Volvimos al piso y nos quedamos dormidos al caer en la cama.
Por la mañana Álvaro preparó el desayuno y me echó literalmente.
-¿Dónde quieres que me vaya? Es domingo.
-Al cine.
-¿Cómo que al cine?
Se encogió de hombros.
-O a casa de David. O de Dani. Pero aquí no. Y no te quiero ver hasta la hora de comer.
-Álvaro...
Me arrastró hasta la puerta.
-Adiós mi amor. -Sonrió y cerró.
Llamé a David que me ofreció amablemente su casa para pasar el rato. Nos pusimos un par de películas y estuvimos hablando. David y Dani sabían lo que Álvaro se traía entre manos, pero no querían decirme nada.
Empezaba a estar harto de tanto secreto. Cuando por fin Álvaro me llamó para que volviera David se ofreció a llevarme. Me dejó en la puerta de casa y se marchó.
Tardé unos minutos en entrar, al fin y al cabo estaba nervioso. Metí la llave en la cerradura y giré despacio. Al abrir la puerta Álvaro vendó mis ojos.
-¿Qué es esto?
-Shhh...
-¿Qué has hecho?
-He dicho shhh... -Sonrió y me besó dulcemente.
Me guió por el piso hasta llevarme a nuestra habitación. Una vez allí me quitó la venda y nos sentamos en la cama.
-A ver si lo encuentras. -Sonrió.
-¿Qué tengo que encontrar? -Me puse de pie y comencé a dar vueltas.
-Ah... Tú busca.
Le fulminé con la mirada y comencé a buscar. Revisé la cama, las mesitas, todo. Me dirigí a una estantería y allí había una cajita negra.
-¿La abro? -Pregunté.
Álvaro asintió. La abrí despacio. Dentro estaba el chupete que le había regalado a Álvaro el día de su cumpleaños, no podía creer que lo hubiese guardado todo este tiempo.
Se acercó a mí y me abrazó por detrás, apoyando su barbilla en mi hombro.
-Estoy preparado... Quiero que nuestra vida juntos empiece ya. -Susurró.
-¿Estás seguro?
-Siempre lo he estado. Te amo, Blas.
-Te amo, bebé...
Nos fundimos en un tierno beso y nos quedamos tan cerca que respirábamos el mismo aire.
-Ahora me toca a mí. -Susurré.
Cogí un CD que había grabado unos días atrás con la base instrumental de la canción que había escrito para Álvaro y lo metí en el equipo de música.
En la oscuridad, en la soledad de esta fría habitación
Puedo respirar, ver la realidad,
Encontrarme por mi voz
Sin el antifaz, vuelvo a ser mortal,
Tan sencillo como tú,
No es más que un disfraz, para ocultar
Una esencia contraluz
Si estás conmigo...
Cuando comencé a cantar podía ver la emoción en los ojos de Álvaro, hasta que sus ojos se humedecieron. Agarré su mano mientras seguía cantando.
Sálvame de la tormenta,
De mis dudas, mi torpeza,
Ven, quédate aquí.
Sálvame de mis flaquezas, del dolor de la tristeza,
Ven a por mí...
Siempre quise ser todo lo que ves,
Mostrarme como soy.
Aunque aprendí a sobrevivir,
el silencio se quedó...
Vuelvo a despertar, cuando la ciudad,
se oculta frente a mí.
Y mis sueños son sólo una ilusión,
tan difícil de cumplir...
Te necesito
Sálvame de la tormenta,
de mis dudas y torpezas,
Ven, quédate aquí...
Terminé la canción con lágrimas en los ojos, mientras Álvaro me abrazaba y susurraba la mucho que me amaba en mi oído.
-Siempre, te lo prometo, siempre voy a estar contigo. -Álvaro unió nuestras frentes mientras acariciaba mi cuello.
-Siempre, pequeño. -Le besé.
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The most beautiful coincidence. ||Blálvaro||
Fanfiction"A pesar de todo, sus brazos eran el único sitio del mundo donde me apetecía estar, allí la vida era maravillosa. "