¿Secreto?

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Debo admitir que cuando entro a clases me siento muy extraña, como si no encajara... Y no, no soy la típica chica que se sienta al último y que emana un aura de negatividad excesiva ni nada por el estilo. Todos dentro y fuera del curso me tratan bien, muchas veces demasiado bien; pero de igual forma siento que no pertenezco a este lugar, que debería buscar nuevas cosas o personas. ¿Nunca se sintieron así? Era algo tonto sentirse tan vacía teniendo todo  a mis manos, lo que para otros es algo tan deseado... Tal vez esta vida no era para mí, tal vez debía salir de esa rutina tan perfecta. ¡Pero esperen un momento! No dije que todo era perfecto. 

En casa mi presencia apenas se siente ya que la poca que tenía fue vilmente arrebatada por un pequeño ser que llegó a nuestro hogar años después de que yo naciera... Mi hermano. Honestamente no quiero hablar sobre las  cosas que suceden en casa ya que técnicamente son las "normales": Madre controladora y padre ausente e infantil. Una hermosa combinación, en serio... Tan diferentes, tan opuestos; la verdad es que nunca entendí eso de que "los opuestos se atraen", de seguro que esto se refiere al comienzo de la relación o algo por el estilo, porque de forma aparente con el pasar de los años esas diferencias comienzan a chocar peligrosamente. 

Estaba comenzando a empañarme otra vez, hasta que la imagen de Ruby se puso enfrente de mis ojos. En ese momento yo ya no existía, estaba perdida en mi mundo... Solamente me faltaba un cartel de "no molestar" pegado en mi frente ¿Qué más puedo decir? Pensar en ella hace que todos mis demás problemas se esfumen como si no significaran nada comparados a su lado... Y a veces creo que está mal darle un lugar tan importante en el ranking de mis pensamientos, ya que ella es solamente un sueño. "De sueños de vive", decía mi abuela que nunca pudo cumplir alguno de ellos... Aunque puede que esos sueños incumplidos o por cumplir, eran ese pequeño brillo que iluminaba su mirada cada vez que hablaba de algo que le gustaba, gusta o gustaría hacer. Es triste que una persona como ella no pudiera tener todo lo que desea... Lamento ponerme así, pero es imposible no recordar a una mujer tan maravillosa y mucho más hacerlo sin que mis ojos se cristalicen... 

-¿Alice? ¡Alice, despierta ya!.- 

-¿Para qué? Falta mucho para salir de este lugar, por lo menos déjame tranquila...- Le contesté tranquilamente a Clara, mi compañera. Clara es una niña muy dulce y tierna, pero eso no significa que se deje pasar por encima, hasta podría decirse que tiene más madurez que yo. 

-Alice, las clases ya acabaron...- Decía mientras llevaba sus manos hacia su frente.- Vamos, ¿acaso tengo que arrastrarte hasta tu casa?.-

-No te preocupes y ve adelantándote... Iré por otro camino hoy.- Dije con una sonrisa demasiado falsa mientras guardaba las cosas en mi mochila.

-Y así me lo agradeces... Muy bien. Pero no pienses que será igual para la próxima ¿No? Dejaré que duermas hasta el día siguiente.- Reprochaba Clara yéndose enojada hacia la puerta.- ¡Adiós!.- Y dio un portazo. Lo más gracioso es que luego de eso regresó para disculparse y asegurarse de que la puerta no se haya dañado. ¡Es todo un personaje!.

-Hola mi pequeña tortilla.- 

-Torti... ¡Cállate!.- Leo había entrado a mi curso y casi me da un susto de muerte.- ¡Te odio! No vuelvas a decir eso.-

-Amo ser odiado.- Respondió para seguir con esta pequeña discusión absurda.- ¿No vamos? Iré de paso por la casa de Naty.-

- Oye, no quiero que le digas a Naty sobre... Ya sabes...- 

- ¿Por qué no? Es tu mejor amiga...-

- Y es por eso que no quiero que se entere. No sé que haría si ella dejara de hablarme o si comenzara a mirarme de una forma extraña...- Respondí algo deprimida, el solo pensar en eso hacía que mi mente se volviera a empañar.

- Sabes que ella no es así...-

-¿Pero y sus padres?.- Interrumpí alterada.- Ellos son, son... ¡Ya sabes como son!.-

-¿Tradicionales? ¿religiosos? Yo gracias a Dios soy ateo.-

-Esta vida me va a matar...- Dije en un suspiro.

-¿Perdona?.-

-¡Que me vas a matar! Vamonos de una vez y...- Dirigía mi mirada hacia la puerta en cuanto vi que "ella" estaba ahí.- Y-y...-

-¿"Y"? Oye, ya quiero irme de aquí.- Dijo Leo empujándome hacia la puerta.- ¡Con permiso!.- Le gritó a Ruby para que saliera del camino. Ella solamente se quedó mirando, y cuando se hizo a un lado vi como una pequeña sonrisa salía de su rostro al ver mi cara de pánico y vergüenza.

-Te odio, te odio, te odio, te odio, te odio.- Decía entre dientes a medida de que Leo me empujaba.

-Lo sé, lo sé... Luego me agradecerás.- No tenía caso... No sabía si era una tortura o bendición.- Luego me darás más detalles sobre Ruby.- Y se despidió con un guiño.

-Maldito flacucho...- Este será nuestro secreto ¿Qué otra cosa más tenía que ocultar? Nunca me puse a pensar en eso... Tal vez ella era mi primer y gran secreto.






Lies - (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora