Capítulo 3

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La universidad estaba repleta de adolescentes con libros, apuntes, ordenadores... Era como si hubieran olvidado que vivían con otras personas y que habían muchísimas más cosas a hacer.
- Ya me preocuparé por mi vida cuando haya acabado la carrera y esté tranquilamente relajado en mi nueva casa.- respondían muchos.
Pero es que, teniendo la cabeza siempre en el futuro te hacia olvidar el presente. Al menos así opinaba Josh.
El chico de pelo negro se hallaba en uno de los pequeños parques del campus. Delante suyo tenía las llaves del coche, entralazadas con sus dedos. Se quería ir. Y se quería ir entonces, en ese mismo momento. Pero él sabía que eso no era posible, el párking estaba cerrado los días semanales, sin hablar de la cara que pondría su tío al enterarse de que se había ido sin más de la universidad. Gente sacrificaba muchas cosas para sus hijos, en su caso su tío era quien sacrificaba cosas por él, y aunque estaba agredecido, a veces no era del todo necesario, a veces deseaba que consultara con él las cosas antes de hacerlas. Pero claro que eso nunca iba a pasar, tenía que sobrevivir de alguna manera los siguientes tres años en la universidad, haciendo una carrera que no creía servirle para su futuro; que no sabía cuál sería.
Josh caminó de vuelta a su dormitorio y se lo encontró vacío, sus dos compañeros deberían estar en algún lugar ligando con chicas mientras se emborrachaban. Ese era el otro extremo de la universidad, o estudiaban mucho o siempre estaban ligando. Josh no era ninguno, por eso no pintaba ahí, por eso empezó a mirar lugares dónde ir, que estuvieran cerca, con su portátil, por eso no se relacionaba con nadie de allí. Porque nadie lo entendría.

Las Noche De La Centésima Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora