Tú Y Yo ¿Por Siempre? (KevEdd)

Por siempre.

Un inicio y un final.
Siempre ha sido la vida así.

Injusta podría llamarlo... pero, hay algo. Y es que ni tú, ni yo golpeamos tan fuerte como ella.

Injusta o no, ahora ya no pienso en eso. Me has dado a entender, Eddward, lo que tengo que hacer a partir de ahora. Después de tú partida.

En un cuento puede que se empiece alegre, feliz; Pero el punto y final, simplemente cuesta bastante en asimilarse.

Sin embargo, a pesar de que aquella carta significará el final de la persona que más amé. Esto no se acaba aquí. No dejaré que nuestra historia terminé así.
Con un final tan... triste. Tan decepcionante.

No dejaré que este amor desaparezca, no dejaré que todo tu cariño y felicidad se desvanezca.

Tal vez mi promesa de protegerte por siempre no pude cumplirla... pero procuraré que tú deseo se haga realidad.

Sonreiré, sonreiré un millón de veces a partir de ahora. Viviré feliz, tú vida y la mía.
Lucharé cada día de mi vida. Y cada recuerdo tuyo, será un valioso regalo.

Y es que dedicar tus últimas palabras a mi, la persona más cegada de dolor, que hizo irte de la manera menos querida. Simplemente eres idiota. Sin embargo... así te amé, te amo y te amaré.

Y, justo como me dijiste, eso es algo que ni la muerte puede cambiar.

Eddward Marion, eres y serás el dueño de mi corazón.

Esta vida no pudimos estar juntos por un por siempre. Pero te buscaré, en la siguiente y siguiente vida que tengamos.
Y esta vez, el por siempre será real.
Prometo, sin engaños ni trampas, que lo haré.
Siempre has confiando en mi, ¿verdad? Que esta no sea la exepción.

No me voy a dar por vencido con nosotros.

Inclusive si el cielo se nos va en contra.

Porque el amar puede doler a veces... pero ¿sabes? Es la única cosa que conozco.
Y la única cosa que uno se lleva después de la muerte.

Sin embargo, a pesar de que prometo sonreír y luchar... No voy a mentirte, la estoy pasando muy mal ahora mismo.
Cada noche desde que te fuiste me siento vacío. Volteo siempre a lado mio cuando me voy a dormir... y ya no te veo junto a mi.
Por primera vez en años, vi mi cama más grande.

No voy a mentirte , aquella llamada a media noche fue inesperada. Era tú padre. Desesperado, se escuchaba roto.

Yo no podía creelo, no quería. Tenía miedo.

Conducí, hasta el hospital, directamente a tu cuarto. Vi varios doctores intentando revivirte.

¿Sabes?

Estabas sonriendo con los ojos cerrados. Estando muerto.

No voy a mentirte, lloré como no tienes idea, como nunca en mi vida he llorado.
Simplemente, me perdí.

Eddward, cariño. Cuanto hubiera querido que el adiós haya sido de la manera correcta. Dándonos el último beso, el último abrazo... te hubiera agarrado de la mano y nunca, jamás, volver a soltarte.

Pero, no fue así.

Tus labios, tus miradas tímidas, todo tu ser... los extraño.

Luego, tu carta. Dios. Eddward, si estuvieras aquí, yo... mentira, siempre estarás conmigo. Y yo siempre estaré contigo.

Hoy, iré a tu entierro.

Estarán todos los que te aman.
Y esta carta, te la dedicaré solo a ti.
Estos sentimientos serán siempre para ti.
Mi vida será por ti.
Mi felicidad, junto a la tuya, serán para ti.
Y para mi también.

Porque yo nunca quise creer que el conocernos haya sido un error.

Así que... gracias Eddward. Por todo y cada una de las cosas que me diste, pude aprender un montón ...gracias a ti, es que ya no hay más.

Simplemente... gracias.
Sé que me escuchas, y sé que me esperarás.

Por siempre, no es una cuestión. Es un hecho.

Hasta siempre, Eddward.

Kevin.