La empleada de los Styles.

Capitulo 3

— Por mi Ted. — me interrumpio... ¿Harry?

¿Era lo que estaba pensando oh estaba alucinando? ¿Harry pidiéndo que me quede? Esto es bastante lógico, este chico hace él papel del bipolar demaciado bien.

— Llamando Ted ah tierra firme. ¿Me escuchas? Ted... ¡TED! — grito Gemma haciéndome brincar en mi lugar.

— Lo siento, estaba pensando. — sonreí nerviosa.

— Entonces... ¿te quedarias por mi? — dijo Gemma emocionada.

Genial, estaba alucinando. Donde todo se va para abajo, donde él amor ah primera vista se va al caño. No sabia que decir, la decisión era entre 'si' o 'no' por otro lado si quería quedarme y conocer mas ah Gemma pero por él otro no quería por que no quería escuchar palabras sucias de la boca de Harry, ¿pero que mas da? Esta familia se ve muy buena y confio en ellos. No solo por unas palabras diré no.

Así que asentí y la sonrisa de Gemma me dejo ver unos hermosos hoyuelos.

— Genial entonces, la noche empieza desde ahora Ted! — me sonrió Anne.

— Pero... Necesito buscar mi ropa en mi casa señora Anne. — dije confundida.

— ¿Ahora mismo? — pregunto preocupada.

— Si — dije no muy convencida.

— Ah no jovencita, la noche ya cayo y ah estas horas es muy peligroso — me regaño.

— Pero señora Anne, mañana tengo trabajo que hacer aquí. Es hora oh nunca quedarme con la misma ropa — Insistí.

Anne suspiro.

—Esta bien. Harry, llevala —

Abrí ojos como platos al escuchar sus palabras, ir con él rizados no me era muy buena idea.

— Pero mama... — se quejo.

— Pero nada, la llevaras y punto — le regaño.

— Estoy con los chicos mama, que vaya Gemma con esa — se quejó de nuevo.

Rode los ojos y me cruze de brazos, aun cree que estoy aquí por acostarme con él. ¡Nisiquiera lo conosco!

— Cuidado con lo que dices Harry... — la miro desafiante.

— Mama... — le miro desafiante.

Anne puso ambas manos en su cintura mientras se acercaba ah Harry lentamente

— Edwart... — arqueo una ceja.

— Mama... — fruncio él ceño.

— Styles... — siguió Anne.

— ¡Mama!

Los chicos batallaban en no reírse al igual que Gemma y yo.

— ¡Cox! — levanto la voz haciendo que todos nos cayemos y brinquemos en nuestro lugar del susto.

— Esta bien —se rindió.

— Si quiere yo la puedo acompañar — Dijo coqueto él rubio ojiazules.

¿Acaso esta... Coqueteandome? Arquee una ceja, Harry lo mira mal y se levanta del lugar hacia mi dirección.

Esto es bastante confuso, ¿por que lo mira así?

Harry salio rosandome los hombros. Suspire frustrada y lo seguí saliendo hacia afuera.

En cuento cerré la puerta principal, Harry se voltea rapidamente, haciendo que retrocediera chocando mi espalda en la puerta de la casa. Mi corazón late ah mil al ver ah Harry revisando sus bolsillos delantero mientras se acercaba y cuando levanta la cara nuestros rostros solo esta ah centímetros.

Su mirada en mis labios y yo esperando él momento para así irme en busca de mi ropa. Se ha cerca lentamente y cierro los ojos.

Nuestras respiraciones se mezclan por la cercanía, de pronto no siento nada, no hace nada, no lo siento, no siento sus labios finos con los mios. Abri mis ojos rápidamente y lo veo caminando hacia él auto buscando algo en sus bolsillos, después saca las llaves del auto y entra.

Suspire frustrada y camine hacia él auto. En cuanto entre arranco, estábamos en un silencio bastante incomodo, voltee hacia la ventana, no quería mirarlo y menos hablarlo. El solo me miraba, como tratando de decir algo, pero no le dirigia la palabra. Después de dar tanta vueltas ya estábamos en una carretera, abri mis ojos como platos y lo mire rápidamente, estábamos saliendo de la ciudad cuando de pronto la velocidad del auto disminuyo, Harry maldice y rápidamente aparca él auto ah la derecha antes de quedar en él medio de la autopista.

Aprieta él volante con fuerza, no dice nada, su miraba se refleja solamente hacia él frente. Arquee una ceja, queria preguntar que pasaba pero escucharlo gritar debía soportarlo. Hací que me quede callada.

De pronto sale del auto furioso, patea unas piedras y lo hace volar ah centímetros, había un árbol grande y la bienvenida de la entrada ah la ciudad ah los lados de la calle.

Patea con fuerza él árbol y suspira maldiciendo. Sus palabras eran como; Puta madre, oh unos; Me cago en todo, joder, maldicion, ¿por que ah mi? Joder macho.

Y otras palabras que no logre escuchar, pone ambas manos en su cadera y camino hacia él auto. Entro y no me aguantó al preguntar que coños pasaba.

— ¿Que pasa? — pregunte y me miro.

— Nos quedamos sin combustible — aparto su miraba.

Mierda, mierda y mas mierda.