Retazos de Magnolia.

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Sábado, 19 de diciembre, 2:00 p.m.

Nico tenía el corazón hecho un caos y la cabeza le daba vueltas, estaba agradecido de contar con sus amigos ese día.

Porque justo ayer había sido 18 de diciembre.

Por supuesto, Nico había faltado a clases y no había ido al cementerio. No, todavía no se sentía preparado para afrontarlo.

Aparte, su padre también había decidido no llegar a casa y le había hecho una llamada diciendo que su viaje se extendería por más días.

"Si claro, como si no supiera que estará embriagándose, y tal vez, follando con desconocidas para olvidar a mamá."

Así que Nico la había pasado como todos los últimos años luego del accidente.

Se había sentado frente al gran televisor con muchos dulces. Sí, Nico amaba las cosas dulces, era extraño, pero las amaba. Le hacían recordar a su infancia, cuando era feliz.

Se la había pasado viendo un maratón de todas las películas de Harry Potter, luego de eso se había dirigido a la cama y había dejado que el Morfeo lo embargara.

No había llorado. Dejo de hacer eso cuando se dio cuenta que llorar no traería de regreso a su madre, en cambio, hacía caso omiso al dolor en el pecho e intentaba distraerse.

Jared y Jane le habían marcado a su celular varias veces ese día para verificar si se encontraba bien. Sin embargo, ninguno se había presentado en su casa. Ambos sabían que Nico no quería ver a nadie ese día.

Y hoy por la mañana cuando había despertado, no se había sentido mejor.

En realidad, la culpa se había hecho un poco más grande este año, igual que todos los anteriores. Pero no, él todavía no estaba listo para visitarla.

Luego para intentar olvidarse un poco del sentimiento que le oprimía al pecho, se puso en marcha a arreglarse para ir a casa de Jared.

Jared haría una fiesta ahora que estaba solo en su casa, ya que sus padres habían ido a pasar la Navidad con sus familiares de Nueva York.

Y Nico no quería pasar el diecinueve sólo. No después de que ese año era el decimocuarto aniversario de que ella se fuera.

Se había duchado rápidamente y vestido con una camisa manga larga negra, un pantalón de mezclilla oscuro y sus converse negros.

No intento peinarse, sus cabellos eran algo imposible de controlar. Así que sólo cepillo sus dientes frente al espejo y se echó un poco de colonia.

Observo su reflejo en el espejo. Se veía bien a excepción claro de las ojeras que siempre decoraban su cara. Pero, se veía demasiado bien.

Nico sabía que era guapo. Es bastante notorio cuando las chicas se te acercan a intentar coquetear contigo, pero claro qué se iban decepcionadas al entender que él no les haría caso, porque las chicas no eran su tipo.

Nico había salido de su casa y había hecho -como siempre que salía- caso omiso al lujoso carro que su padre había comprado para él, obviamente Nico había cogido recelo y temor por los autos. Él prefería caminar.

Así había pasado la mañana del domingo, mientras que ahora se encontraba afuera de la gran casa de amigo.

Jared provenía de una familia prestigiosa y con ambos padres con abogados, Jared vivía muy bien. Y su enorme casa lo aseguraba.

Las paredes eran de un color marfil, con ventanas enormes y un jardín pequeño en la parte delantera como trasera.

Nico no podía sentir envidia por eso, no cuando su padre era jefe de empresas muy reconocidas y, por lo tanto, él también tenía una vida llena de lujos.

Flores para Nico. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora