Domingo, 20 de diciembre, 1:55 p.m.
El resonante repiqueteo de su móvil al vibrar constantemente fue lo que lo despertó a Nico.
La cabeza le martilleaba con fuerza y tenía un sabor horrible en la boca.
Y el sonido no hacía más que desesperarlo.
"Nunca más volveré a beber cosas que Jared prepara."
Trato de llevar la mano hacia la mesa a lado de su cama donde siempre ponía su celular para ponerle fin a ese irritante sonido, pero lo que su mano cogió fue solo aire.
Extrañado trato de mover su mano de derecha a izquierda para encontrar la maldita mesa que alguien había movido de lugar, pero cuando esto no dio resultado se dio por vencido.
Suspirando de cansancio, se dio media vuelta para quedar recostado de lado y con mucho esfuerzo abrió un ojo.
Solo que lo que Nico encontró no fue la habitual imagen que tenia de su habitación cada mañana, no. Se encontró con una pared completamente color beige con varios cuadros colgados en ella.
Desorientado por no haber visto nunca esa imagen, Nico se incorporó.
Era una pequeña habitación completamente extraña para él.
Unas pequeñas estanterías a su izquierda, con un gran closet de madera junto a ellas y un sofá de dos plazas color café debajo de ellas.
A su derecha, estaba vacío a excepción de los múltiples cuadros del océano que colgaban en ella.
En frente suyo se mostraba una ventana con cortinas azul marino, debajo de ella se encontraba un pequeño escritorio de madera con una pequeña lámpara encima repleto de papeles y libros abiertos y a su izquierda una puerta blanca que Nico suponía daba al pasillo.
En medio de la habitación, estaba Nico.
Sentado en la gran cama matrimonial con un edredón blanco cubriéndole la mitad del cuerpo; paralizado.
No sabía dónde estaba y cómo coño había llegado ahí.
No se acordaba de la noche anterior.
Nico se arrastro —literalmente— fuera de la cama con movimientos torpes y desastrosos. Cuando por fin logro salir, se puso en la tarea de encontrar sus zapatos, cosa que no le resultaba muy divertida —ni sencilla— .
Sentía su estómago retorcerse, la garganta demasiado seca y el martilleo en su cabeza había incrementado.
Nico se agacho y reviso bajo la cama, donde encontró sus converse negros.
Se sentó a orillas de la cama y se los puso con mucho esfuerzo, consecuencia de no tener coordinación por sentirse como un montón de masa andante.
Su móvil todavía vibraba en alguna parte de la habitación; Nico lo encontró encima del escritorio. Apago la alarma que se le había olvidado desactivar ayer y reviso lo que tenía.
Diecisiete llamadas perdidas. Ocho de Jared y nueve de Jane.
Siete mensajes de texto. Cuatro de Jared y tres de Jane.
Y notificaciones de Facebook y YouTube.
Eso era todo.
Se apresuró a abrir los mensajes. El primero era de Jared.
"Dónde estásssss? Jack se ofreció llevarte a casa ya que pasara a dejar a Jane.
¡Contéstame!!!"
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Flores para Nico. ®
FanficNico Di Angelo es una de las miles almas desamparadas en el frío mundo. Es huraño e indiferente, pero sólo tiene grietas en su corazón. La palabra que describiría a Will Solace a la perfección sería: estrella. Will es encantador, soñador y, podríamo...