Las Disculpa

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Desperte por el chillido de la puerta,  aun algo dormida, pude ver la figura de Julian acercarse a mi...
Inmediatamente di un salto de la cama y corrí al baño para refugiarme.

-Lilian por favor habré la puerta,  discúlpame.

Con lo qué sucedió la otra noche no podía confiar en el.
Tenía miedo de lo qué podría llegar a hacerme, con voz temblorosa respondí :

- Déjame tranquila, no quiero hablar contigo.

Escuche un largo suspiro desde el otro lado de la puerta, talvez ya no corría peligro. Sentí un leve sollozo.

-Lilian, juro que no quería hacerte daño, la otra noche no era yo...
Era mi instinto.
Lo único que quiero dejarte  en claro, es que te amo,  y jamás te haria dañó.

Sentí su voz quebrarse ante esta confesión, en verdad parecía inofensivo.

Abrí la puesta con cautela y allí lo vi con sus ojos llenos de lágrimas lo abrace y estuvimos asi un largo rato.
Me guió hasta la cama y pude ver sobre ella una bandeja con un desayuno verdaderamente apetecible.

- ¿todo esto para mi?  No debiste molestarte

Con una hermosa sonrisa se acercó a mi y deposito un beso en mi frente, sentí mi rostro arder y en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba en la habitación...

[...]

En realidad estaba muy aburrida, esta vida era muy rutinaria.
Sentada sobre la cama leyendo una revista, vi a Esteban entrar. Se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo al cual no correspondi.

Se separó de mi y llamo a su empleado, este entro en la habitación de inmediato con una enorme caja en sus manos.
Hizo una reverencia y salió de la habitación dejando la caja sobre la cama.

- Lilian, utiliza lo que hay en la caja, arreglate y baja a las 20:00 pm en punto,  te estaré esperando abajo para ir a casa de un pariente.

Solo asenti y vi como desapareció como un reflejo fugas de la luz.
Realmente esta situación era muy frustrante,  no sólo me decían qué hacer,  sino también pensaban en q debería ponerme.

Abrí la caja resignada y quede dislumbrada ante un hermoso vestido color azul Francia, era largo con un escote pronunciado lleno de bordados en un tono dorado.

Mire mi reloj y marcaban 18:30pm corrí a darme una rápida ducha.
Luego de eso, envuelta en toallas corrí hacia el vestido.

Se q es muy tonto pero el/la creador/a de el vestido lo hizo como si fuese qué conocía cada dimensión de mi cuerpo.

Sin duda alguna este vestido me quedaba genial.
Terminé de arreglarme y baje a la hora exacta.
El se veía hermoso, lucia un elegante esmoquin en un color negro.

Luego de un largo viaje llegamos a una inmensa casa, qué digo casa, era  ¡un castillo!



Hola lectores, gracias por sus votos y comentarios.
Perdonen si no eh publicado en estos días, intentaré remediarlo

            Besos <3 <3

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