encerrada

¡Mi Cumpleaños!

Cuando abrí los ojos vi unos rayos de sol iluminado mi habitación, en un momento sonreí recordando que día era hoy...
Pero mi sonrisa rápidamente se borró al recordar donde me encontraba.
Sin más ánimos comense a llorar pero sólo eran lágrimas y sollozos débiles.

La puerta de mi habitación se abrió de golpe y entró julian con una gran sonrisa y una charola, me miro féliz hasta que vio mis lágrimas caer.

Había entrado tan rápido que no me dio tiempo a disimular mis lágrimas y ahora debería darle una explicación.

- Lilian ¿que sucede? Dijo julian con un tono preocupado.

- No pasa nada Julián. ¿Que me traes para desayunar?
El me miro y largo una carcajada muy fuerte.

- ¡Lilian me preocupas!
Dime ¿que te pasa? jamás disfrutas de los desayunos que preparó.

Pensé un momento y luego reí, el me había descubierto.
Luego de meditarlo pensé:
¿que podría pasar si le digo?

- Lo que sucede... Guardé silencio un instante, el me miro atento tratando de descifrar lo que iba a decíar.

-Vamos Lilian, dímelo.

  lo que sucede es que hoy es mi, es mi cumpleaños. Dije en un susurro.

El me miro apenado y seguí.

- Me siento muy mal en realidad, jamas fui fanática de  mis cumpleaños, pero siempre trataba de disfrutarlo.
Pero ahora, sólo mirame...
Estoy encerrada en cuatro paredes sin nada.
Rompi en llanto, no podía seguir hablando.
los sollozos de apoderaron de mi y cuanto más trataba de calmarme empeoraba.

En un momento sentí unos brazos rodearme, Julián me abrazaba y me acercaba a su pecho para intentar tranquilizarme.

Luego, sólo por instinto, levante mis brazos y lo abracé.

- Feliz cumpleaños Lily.
Murmuró separándose de mi y mirándome directamente a los ojos, secando todo rastro de lágrimas.

Yo sólo sonreí y no sabía que decir,  el lo noto y hablo el.

- ahora mira lo que te eh traído de desayunar,  y creoooo  que tenías hambre, así que no rechazaras este desayuno.

Yo solo marque aún más mi sonrisa y comense a reír

- ¡Si tengo hambre!

El dejo la bandeja en la cama y se retiró.

[…]

Eran al rededor de las 18:00 pm y yo estaba relajada leyendo una revista, en un momento, entró Julián, casi tan rápido como un relámpago.
Este traía una caja, lo mire extrañada y me giño un ojo.
Puso la caja sobre la cama y antes de poder articular una palabra desapareció, me puse de pie en menos de tres segundos y abrí la caja.
Grande fue mi sorpresa cuando vi un hermoso vestido largo, en un tono salmón, con escote de corazón,  sonreí y volví a mirar la caja y había una nota

LILIAN:

Pensé mucho en lo que dijiste y tal vez no sea la persona con que la quieras pasar en tu cumpleaños, pero yo trataré de que tu cumpleaños sea mejor de lo que esperabas, ponte el vestido que pasaré por tu habitación a las 20:00 pm

Rápidamente fui a la ducha y me di un rapido baño, luego de eso me puse el vestido y maquille un poco mi rostro, recogi mi cabello en una trenza y en un momento me volví a poner triste, porque la última vez que me arreglé fue con la cena de Esteban y en realidad había salido todo mal.
Rogue al cielo para que fuera mejor la cena de hoy.

El golpe de la puerta me saco de mis pensamientos, me di una última mirada en el espejo y abrí la puerta y allí estaba Julián con un esmoquin negro, que resaltaba su cuerpo y su cabello algo despeinado que le daba un aire de relajado.
Me tomo del brazo y bajamos las escaleras juntos.

-Estas hermosa. susurro, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba colorada.

Solté una risa tímida y nerviosa y salimos de la mansión juntos por primará vez, en todo este tiempo no pude observar la belleza de la mancion.

Luego de aproximadamente 15 minutos de viaje llegamos a un restaurante muy iluminado, que parecía muy lujoso, abrió mi puerta y extendio su mano, la tome y caminamos.

En la entrada un mayordomo nos guió hacia nuestras mesas y nos dio el menú.