- ¡¿Cuanto?!
-Shh, ¡Elena! ¡Asi no puedo trabajar!
- Robar no es trabajo.
-Puede que tengas razon...-ella sonrie victoriosa.- ojo, dije que que puede, no que lo sea.- doy una carcajada y ella frunce el ceño.-Y... ¿no cree que la señorita Mercedes lo note?
-Me vale. - le sonrio y guarso el dinero que acabo de robarle a Mercedes de su bolso color suela.- Vuelvo en media hora.
-No llegues tarde porfavor, te quiero.-Hasta luego Elen, tambien te quiero.- la puerta se cierra detras de mi y camino nuevamente bajo el sol sofocante hacia la tienda de skaters en la que entre ayer.
Recuerdo lo sucedido y muero de verguenza, pobre el chico de ayer, espero haya podido llegar a un acuerdo con el dueño.
Hoy ha de ser un dia estresante, tenemos una cena de esas donde solo acude gente estirada y en mayoria sus malcriados hijos, aunque no todos sean asi. Y despues de eso para mi fortuna tengo ensayo, nada mejor que un buen ensayo lleno de energia para quitar la tension de momento y dejar tu me.te descansar.
Suena la campanita de la tienda, que indica que alguien ingresa al local. Me dirijo directamente al mostrador donde el dueño aguarda.- Disculpe, ayer yo... bueno rompi...emmm
-¿Rompiste una?-Una... patineta.- termino por soltar nerviosa.
-Ah... permiso te llamare a Derek.- se pone de pie y se escabulle a travez de un pasillo oscuro, aguardo un instante algo atonita y cuando por fin una figura se asoma por aquel pasillo diviso al joven del dia anterior con la patineta entre las manos.
-Pequeña buscapleitos...- dice a modo de saludo mientras se acerca al mostrador con una sonrisa amplia.- pensé que me tomarias el pelo, sinceramente.
Me percato de que yasco con la boca abierta y rapidamente la cierro antes de articular palabra.- Es decir... ¿desconfiaste de mi?- tonta, ¿como confiaria en ti sin siquiera conocerte?
-Ni siquiese se tu nombre.- sigue sonriendo y se recarga del mostrador.
-Mia.
-Derek.
-Como... digo, ya sabes, ¿trabajas aqui?
-Vivo aqui.- ahoga una carcajada.- Y bien mia... ¿tienes novio?
-Vengo a pagarte lo que te debo, no a discutir asustos personales precisamente.- sonrio y me inclino sobre el mostrador de forma tal que me acerco a el un poco mas, como desafiandolo.- ¿Cuanto?
-Decidida, me gusta.- sonrie de manera traviesa.- Aver buscapleitos son... doscientos treinta y siete.
-No me llames asi, es.. estirado. - ni idea de donde he sacado eso, mierda. Tomo mi pequeña bandolera y saco el dinero de ella con brusqueza.
-Listo, es tuya.- sonrie.
-¿Que?
-La patineta buscapleitos, no puedo venderla asi y ya la has pagado.-aun con una sonrisa me tiende la patineta.
-Pero... no sé usar una de estas...cosas.
-Lo sé. No pareces ser capaz.
-¿A que te refieres?- frunzo el ceño buscando entre sus palabras una explicacion.
- Lo hagamos mas interesante, si llegaras a aprender a usar una de estas te devuelvo el dinero.
-¿Y si no?
-Me debes una cita.
-Sueñas.
-Despierto.
-Nunca en la vida.
-Siempre.-ahoga una carcajada, es como si le gustara llevarme la contraria.- Vamos, te doy una semana.
- No.
-Si. Vamos buscapleitos ¿tienes miedo?
-Quisieras.
-Entonces... ¿trato?
Quiza debí hacer mi mayor esfuerzo y dejar la tentacion de decirle que si de lado, quiza debí suponer que no aprenderia y acabia sometida a una cita con un desconocido tipo llamado Derek. Pero lamentablemente acepte, mi razon habia salido de vacaciones.
-Bien. Nos vemos estirado.
-Hasta luego buscapleitos.
Salgo de aquel sitio y me escabullo entre la gente, minutos despues llego a casa y no me queda de otra, debo cambiarme. Estupida cena, opto por un vestido color vino largo, estilo sirena, rearmo mi trenza de lado y me aplico algo de maquillaje.
-¡Mia! ¡Es hora! Vamonos.
- ¡Ya estoy!- bajo a toda prisa pero con cuidado tomando precaucion para no terminar rompiendome un tacon y rodar por las escaleras hasta Mercedes y papá.
-Tarde.
- Gracias. Siempre me gusta saber que cuento contigo Mercedes para que me digas lo obvio.
-¿ Donde has estado?
- Sepa disculparme usted vieja dama, pero le recuerdo que no es de su incumbencia.
-Richard, mira a tu hija.- exclama indiganado pero papá ni se inmuta, ante esto ella sufre de sus nervisillos y se retira a la cocina.
-Buen vocabulario.
-Gracias.
-Pero ya no la molestes.- rie apenas y me contagia.
Nos subimos en el coche y nos dirijimos hacia el gran salor "Fiore", el mas elegante y costoso de la ciudad. ¿Ya les dije que odio estas fiestas? Lo reitero. Son extremadamente aburridas, luego de disfrutar una deliciosa cena que constaba de 3 platos, entrada, plato principal, y postre, la muchedumbre comienza a discutir sobre la economia, las generaciones de hoy en dia, y bla bla en fin, temas que no son ni del minimo interes para mi, me disculpo y tras ponerme de pie camino hacia afuera del salon donde planeaba estar sentada en un escalon hasta que aquella fiesta exaustiva terminara.
-¿Aburrida?
-¿Otra ves preguntando lo obvio Jake?
Jake Preslo, mi unico amigo perteneciente a una clase alta. Somos amigos desde que tengo memoria y ambos comenzamos a acudir a estas fiestas.
-¿No es nada nuevo o si?- rie y pasa a sentarse a mi lado. - ¿En que piensas?
Sonrio.- Nada, nada especial. ¿Como sabes que estoy pensando en algo?
Rié.- Mia, desde que te conozco piensas en algo alusinante cada vez que te pierdes en el cielo. Ahora dime.
- Si pudieras ser otra persona... ¿quien serias?
-Te lo dije, algo alucinante.- se acomoda el cabello y voltea hacia mi.- creo que seria Shana.
-¿Shana? ¿Mi shana? - asiente.- pero ¿porque?
-¿Haz visto esas tetas?- rio.- ¿te imaginas si pudiera darles un baño?- ambos reimos por unos segundos.
-Eres un puerco.
-No es cierto, soy un chico Mia, tengo mis necesidades.
-Así ni pienses intentar algo con ella.- ¿Y porque no?- frunce el ceño.
-Somos chicas Jake, tenemos necesidades, una de ellas es no salir con babosos.-sonrió.
-No soy baboso, solo admire muy atentamente sus pechos. Les gustaria un chico atento ¿no es asi?- ambos estallamos en risas.
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Polos Opuestos
Teen Fiction-Blanco. -Negro. -Arriba. -Abajo. -¡CHOCOLATE! -¡PAPAS FRITAS! -Eres un asco. -Soy muy guapo, lo sé. -Ash... te odio. -Yo igual. Totalmente distintos, y a la vez iguales. Esta no es la tipica historia del chico malo que conoce a la buena. Esta es...