Era un aburrido día como cualquier otro, las aves cantaban, los profesores andaban de gruñones, los alumnos se saltaban las clases para salir a fumar o beber (En fin lo típico en una universidad) también estaba nublado signo que que comenzaria la temporada de lluvias.
Un chico castaño estaba aburrido mirando a la profesora mientras ésta explicaba el tema.
-"Ojala que pasara algo interesante"- pensó ya un poco fastidiado.
Como ya ni atención le ponía a la clase miro por la ventana...humm...nada diferente pero tenia un ligero malestar, como si alguien lo mirara.
No quería ser paranoico pero ya tenía tiempo con el mismo escalofrío, una semana para ser exacto.
Estaba tan distraido que ni cuenta se dio que ya había acabado la clase y que la mayoría ya se había ido.-¡Ceres! ¡ya despierta!- le grito Mary azotando el pupitre con su puño.
-¡Pero que demonios Mary! ¡¿Me quieres matar de un paro cardíaco o qué?!- se quejo el castaño poniendo su mano derecha sobre el lugar donde estaría su corazón. Con esas sorpresas que le daba su amiga, algún día lo mataría de un susto.
-Es tu culpa por estar distraído- se justifico la morena encogiéndose de hombros- además, ya tenemos que cambiar de salón, que los del otro grupo ya van a entrar.
- Okay okay, pero no me vuelvas a espantar así - le pidió un poco mas calmado.
El chico guardo sus cosas en la mochila y salió junto con su amiga del salón para después ir a sentarse en unas bancas que estaban afuera.
- Oye Ceres, esperame aquí ahorita vuelvo- le dijo Mary dejándolo solo por un momento. Después de todo ella siempre iba al baño a esa hora.
-" Otra vez solo"- se dijo en su mente mirando aburrido a las personas que pasaban frente a él -"Bueno, puedo leer un libro mientras la espero"- pensó abriendo su mochila y sacando unos libros que siempre tenia con él por pertenecer al club de lectura.-" nos dijeron que el libro que teniamos que leer está semana era el de: correr o morir, creo que me adelantaré un poco a los demás" - dejo de manera despreocupada sus otros libros y carpetas a un lado en la banca y sacó el que quería.
Acomodándose en la banca para estar mas a gusto, abrió el libro en la página en la que se había quedado la última vez. A penas estaba leyendo el primer párrafo cuando de la nada fue interrumpido.
-¡Hola!, ¿como estas?- escucho una amigable voz desde atrás de él, aunque no estaba seguro de si le hablaban a él o no, decidió voltear y mirar a quien quiera que fuese el que había interrumpido su lectura.
Era un chico alto y de cabello negro al igual que sus ojos, vestido con una camisa roja, un suéter negro y unos sencillos jeans azules, el aludido tenia una agradable sonrisa y su mirada estaba fija en el castaño.
Ceres estaba mirándolo serio, se había asustado un poco por el repentino acercamiento de ese extraño, pero no podía ser descortés. - Bien...- fue lo único que contesto después de un rato.
El extraño chico pareció no darle mucha importancia a el tono en el que le había respondido el otro y siguió hablando como si quisiera una pequeña charla con el castaño. -¿Y que tal te parece este lugar? ¿Como te va con las materias?-