margaret ; m

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pasó primero como la brisa de verano, aquella que llega inesperadamente, pero justo al instante en el que se le necesita.

cuando sólo sentías calor, llegaba margaret y era ella quien te brindaba ese fresco. luego, ni las suaves sábanas pudieron con tu erizada piel.

eran las dos y treinta de la mañana y tú seguías intentando quitarte el aroma a margaret..

ladrones del sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora