Capitulo 3

9 0 0
                                    

El apartamento estaba en completo silencio cuando el despertador. Empezó a sonar, un ruido estridente retumbó por las paredes, en ese momento Thalia despertó angustiada, incorporándose rápidamente y sentándose al borde de la cama, mientras con la mano apagaba el despertador. En la litera de encima oyó como Ana poco a poco se despertaba de su sueño, con lo que decidió dejarla sola unos minutos e irse entre tanto a ducharse y vestirse.

Cuando acabó de ducharse, se quedó mirando fijamente su reflejo en el espejo, para su tranquilidad todo parecía igual que el día anterior, su pelo y sus ojos no habían cambiado de color y aparte de sentirse más cansada de lo habitual se sentía más o menos normal. Sin embargo tras una inspección más profunda descubrió algo que heló su sangre; en sus rodillas aún se podían distinguir pequeñas cicatrices a punto de desaparecer, de alguna caída.

-No es posible- Pensó intrigada- Hace meses que no me caigo, y la última vez que me hice una herida fue... no es posible tan solo fue un sueño, ¿cómo es posible que tenga heridas después de un sueño? Claro que...

Mientras estaba Thalia en estas deliberaciones, la puerta del baño se abrió para descubrir detrás a una Ana somnolienta, que tras unos segundos preguntó:

-Thalia, ¿estás bien?.... ¿Qué haces en el suelo del baño?

-Esto... es una larga historia.

Durante el corto viaje al instituto y parte de la primera hora de clase Thalia le contó a Ana sobre su sueño, y sobre las heridas que había encontrado por la mañana. Ana no era una persona que creyese mucho en lo sobrenatural, pero después de lo que le había contado su mejor amiga, y al ver lo alterada que estaba, le recomendó que intentase buscar por Internet, para ver si a alguien le había pasado algo similar, ya que ella no había oído nunca nada parecido. Tomando su consejo en la hora del recreo se dirigió a la biblioteca, y usando un ordenador, buscó información para ver si a alguna otra persona le había ocurrido lo mismo.

El recreo se le pasó volando, y cuando Ana preguntó sobre sus nuevos descubrimientos su respuesta fue:

-Al parecer no hay mucha información, y a todos a los que supuestamente les ha pasado dicen que lo recuerdan como un recuerdo borroso. En realidad, en único en lo que se asemejan las historias, es en el lugar donde ocurren; una pradera con hierba azul y árboles con hojas plateadas.

-Pero, ¿allí es dónde dijiste que habías aparecido tu no?- Preguntó en un cuchicheo cuando la profesora no estaba mirando.

-Exacto, y por esa misma razón es que estoy preocupada. Si en realidad todo lo que me ha pasado es más que un simple sueño, entonces...

-¡Thalia!- Gritó la profesora llamándola la atención –Entiendo que no tengas que hacer ningún examen de recuperación, pero sé más respetuosa hacia tus compañeros.

-Mmmm, perdón profesora, no era mi intención la de molestar.- Respondió con un hilo de voz

-Eso espero, bueno ya que estás, necesito que vayas al despacho del director y pidas la llave del salón de actos. Por si acaso no está él dentro, la llave se encuentra en el tercer cajón a la derecha.

-Vale gracias, ahora mismo voy- Añadió Thalia mientras salía por la puerta en dirección al primer piso donde se encontraba el despacho.

Cuando llegó, efectivamente descubrió que no había nadie, y sin más dilación fue hasta la mesa del director para abrir el tercer cajón. Dentro se encontraba tal y como había dicho su profesora una llave en la que ponía "Sala de Actos" pero lo que más le llamó la atención fue el diario verde en el fondo a la izquierda del cajón. Al principio del mismo ponía "Propiedad de Zack Ferson", sabía que era un poco irrespetuoso el cotillear sin pedir permiso, pero la curiosidad le tentó a abrirlo y mirar que ponía dentro. La primera palabra que se leía era "Diario", por lo que entendió que debía ser el diario de algún estudiante, el porque este se encontraba en el despacho del director... aún no lo sabía.

Tras quedarse pensativa durante un buen rato decidió leer un poco más, tenía una extraña corazonada de que fuera lo que fuese que estuviese escrito dentro era algo importante. Aunque sabía que leer el diario de otra persona era una cosa imperdonable, el nombre del propietario no le resultaba familiar, y el diario mismo parecía bastante antiguo, lo que le llevaba a pensar que quizás era de un ex-alumno, o algo por el estilo. Thalia ojeó las primeras páginas y quedó sorprendida con lo que ponía dentro, al parecer su corazonada tenía razón pues el diario hablaba de; "Un lugar extraño al que se llegaba por los sueños, con hierba azul y árboles de hojas plateadas..."

"Hoy he tenido un sueño cuanto menos extraño. Mañana, espero que no se me olvide, tengo que contarselo a Celia. Esta noche soñé con un paisaje precioso, costero y azulado. Los arbolales reflectaban la luz mejor que los espejos, ya que tenían las hojas color plata. No he podido soñar nada más, ya que nada más me fui volví porque mi madre estaba gritando que bajase a desayunar. Mañana inentaré soñar lo mismo y descubrir aquel sitio. Me encanta soñar lugares y sobre todo ese."

"Hoy he vuelto a soñar con aquel mistico lugar. Por desgracia nadie me cree. En realidad Celia si me cree, me ha dicho que hace unos años tambien soñó con algún sitio así. Hoy volveré a ese mismo lugar y me inventaré personas. De hecho, ayer no tuve que inventar ningún personaje y ya había habitantes."

"ya no puedo controlar mis saltos de aqui a kita, cada dos por tres me desmayo y aparezco allí. A veces es por minutos y a veces es por días. Así que por esto he decidido que me voy a quedar en Mor y no voy a volver a la tierra . Voy a hacer un ritual en el lago sagrado mañana para que cuando sueñe no vuelva a aquí sino que siempre esté alli asi que me despido y ad..."


Pasaje entre dos mundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora