Capítulo 1- Recordar Es Volver A Vivir

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Las lluvias eran torrenciales en aquella época del año. A mamá y a papá les beneficiaba mucho, pues la cosecha de calabaza comenzaría pronto y las exportaciones serían más que los otros años, según había escuchado a mamá y a papá hablar.

-Aymee -La delicada voz de mamá me sacó del transe en el que me había inmiscuído mirando las enormes gotas chocar contra el cristal de la ventana.


-¿Si? -respondí tranquila


-Logan quiere hablar contigo -dijo ella sosteniendo el teléfono en su mano y tapando el micrófono del mismo con la otra.


-Dile que estoy durmiendo -le pedí mientras soltaba las cortinas para irme a mi habitación.


-Aymee...-suspiró y pestañeó suplicante para que atendiera el teléfono.

-Mamá, dícelo por favor -pedí. No cedería ante su mirada. Ella hizo una mueca y se llevó nuevamente el teléfono al oído.


-¿Logan? Si, lo lamento, está durmiendo. Cuando despierte le diré qué te llame, claro, adiós. -Colgó el teléfono y cruzó sus brazos sin quitarme la mirada de encima.


-Prometiste darle una oportunidad a Logan -Me dijo en tono de reproche. Suspiré y negué con mi cabeza.


-Prometí no jugar con el y no lo estoy haciendo, mamá.


-Cariño, tienes 26 años ya, ¿Es que aún te afecta tanto lo de...? -Automáticamente mis ojos se cristalizaron. No fui capaz de responder, sólo corrí a mi habitación y cerré de un portazo.


Tenía que sacar mis sentimientos, pero llorar ya no servía de nada. Lo había hecho durante los últimos 3 años y realmente ya no funcionaba para mi.

Saqué mi cuaderno y me dispuse a escribir...

Julio 13, 2015
No quería ir a la Universidad, lo mío no era estar en un salón de clases poniendo atención a personas que creen saberlo todo. Había tenido una fuerte discusión con mis padres debido a dicho tema y había corrido hasta que mis piernas no pudieron responder más y terminé en una calle con un parquesito al fondo. Me senté en una pequeña banca al momento en que me sentía desfallecer. Subí mis rodillas a la altura de mis hombros y hundí mi rostro en mis piernas intentando calmar los sollozos que ansiaban salir.


-Cuando era niño creía que las niñas no hacían popo -escuché decir a una voz masculina.

Fruncí el ceño sin entender nada y desvié la mirada hacia el. Me miraba con escrutinio y algo de curiosidad.

-¿Eh? -Balbucee totalmente confundida.


-Te lo prometo, cuando tenía 5 años creía que las niñas no hacían popo. Mi fantasía se fue al demonio cuando mi novia del kinder me dijo que tenía que hacer popo -Explicó.

Sus ojos verdes estaban abiertos como platos y un mechón de su cabello castaño le caía por la frente.

Limpie mi nariz con mi suéter y lo observé extrañada. Sus cejas se alzaron y yo no pude evitar comenzar a reír a carcajadas.

-Oye, estoy hablando en serio, no te burles

-Lamento que te hayas llevado tremenda decepción -dije una vez que pude volver a hablar.

Campos De CalabazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora