Akatsuki No Yona: La Chica Mitad Demonio [EN EDICIÓN]

Cap.5 Parte de La Historia

*Narra Ki-Ja*
Todos nos encontrábamos tranquilos hablando mientras ayudábamos a Yoon a hacer la comida cuando de pronto sentí que algo me apretaba y detenía mis movimientos, pero segundos después pude moverme con facilidad, y a la vez, sentí la presencia de Aria, por lo que abrí la puesta de la casa rápidamente viendo a Ik-Soo con Aria.

Ki-Ja: ¡Aria! ¿Donde te encontrabas? ¡Desapareciste de la nada!
Aria: Perdón, Perdón, pero me distraje en otras cosas, pero no me fui muy lejos. *mencionó con una sonrisa nerviosa*
Ki-Ja: ¿Ah? Que raro, no podía sentirte...
Aria: No soy un dragón, blanquito
Ki-Ja: ¡Mi nombre es Ki-Ja!
Aria: *ríe un poco* Bien, Bien. *sonríe tranquilamente* Ki-Ja-San.

Cuando la escuche pronunciar mi nombre con esa sonrisa, me sonroje bastante, podía jurar que parecía un tomate.

Aria: Ki-Ja-San, quería pedirte un favor...
Ki-Ja: ¿E-Eh? ¿Que sucede? ¿Que necesitas?
Aria: B-Bueno... Ustedes me dijeron que tenía el poder de los Dragones Guerreros... Pero, como les Dije, pase toda mi vida dentro del bosque... Y... Bueno, m-me gustaría saber sobre la profecía y la historia de la creación del reino... S-si es que se puede... P-Por favor... *respondió con un sonrojo desviando la mirada*

Sentí que mis ojos se iluminaban de emoción.

Ki-Ja: ¿¡EH!? Q-Quiero decir, ¡Claro que si! Sería todo un honor hablarte sobre la leyenda, sobre el deber de los 4 Dragones Guerreros y sobre la profecía *Dije bastante emocionado*
Yoon: Si, Si, pero los relatos tendrán que esperar, la comida ya esta lista *mencionó asomándose por la puerta*
Ki-Ja: Vamos Aria, Vamos a comer *sonreí*
Aria: *asintió* Sí, ya voy, pero primero, iré hablarle a Yona ¿vale?
Ki-Ja: Oh, claro, aquí las esperamos
Aria: Si. *dijo mientras se alejaba*

*Narrador*
Yona se encontraba al filo de un peñasco frente a una enorme cascada, la princesa miraba atentamente el agua correr mientras pensaba.
Segundos después, se vio a Aria salir de entre los arbustos y acercarse a la chica de cabellos de fuego.

Aria: Yona, ¿Que te sucede? ¿Estas bien?
Yona: Si... Sólo, pensaba...
Aria: ¿Pensabas en lo que dijo Zeno-nii? *preguntó sentándose*
Yona: *asintió*
Aria: Pero... En tu rostro no veo rastros de duda... Al contrario, puedo ver muchísima determinacion en el.
Yona: *sonrió* Lo e decidido, quiero ir a los pueblos pobres de Kouka, ayudar a quienes lo necesitan, ser quien les tienda la mano de salvación a la gente del reino que mi padre tanto amo.
Aria: *sonríe* ¿Pero...?
Yona: *su sonrisa se apagó un poco* Contigo me siento tranquila, así que te lo diré... Me encontré con Soo-Won en el Puerto de Awa....
Aria: *tenía cierta sorpresa en el rostro por la noticia*
Yona: Me lo encontré, tenía la espada frente a mis ojos... Y no... ¡Y no fui capaz de matarlo! Incluso después haber matado a Yang-Kum-Ji, el señor de Awa, no me siento culpable por ello, pero entonces, ¿porque?, ¿Porque no e sido capa de matarlo en ese instante? Creí que lo odiaba lo suficiente como para hacerlo, sin embargo... No e podido... *reveló estallando en lágrimas*
Aria: *sonrió* ¿Sabes? Tal vez no sepa nada acerca del Rey Soo-Won, no se que te hizo y tampoco se que a hecho para llegar a donde esta, pero, por lo que me dices, y por la forma en que te desahogas... Tu, ¿Lo amabas, cierto?
Yona: *abrió los ojos como plato y miró a la chica de cabello negro que le acompañaba* ¿Como...?
Aria: Es fácil de Adivinar, no me refiero al hecho de que lo amabas, si no, que era alguien muy especial e importante para ti... *sonrió y miró la luna* Es comprensible que no se pueda olvidar el primer amor tan fácilmente, el corazón, mantiene el apego de ese sentimiento pasado, reanimado en el momento del reencuentro, sin importar lo que haya hecho y cuanto odio le tengas, tu corazón no cederá así como así. *sonríe, le da unas palmaditas en la cabeza a Yona y luego la abraza* Para situaciones como estas, el mejor remedio, es esperar a que con el tiempo las heridas sanen y sólo permanezcan como un vago y amargo recuerdo que tarde o temprano, será olvidado para siempre.