Capitulo unico

2.1K 104 10
                                    


Como había caído tan bajo. Como pudo haberse dejado llevar a tal punto que estuviera traicionando a su hermano. Desde niños nunca les había ocultado nada. Pero debía decir esa mentira por el bien de su hermano, ya que si se enteraba, jamás lo perdonaría. Todo había comenzado como un día cualquiera para el mayor de los hermanos Mukamis, como todos los días antes de ir al colegio se encontraba desayunando con sus tres hermanos menores.

Como siempre nunca faltaban las peleas entre Yuma y Kou debido a que el rubio comía como si no lo hubiera hecho en meses y Yuma exigía que debía ser más justo y dejarle algo de comer a mí que me encontraba en la cocina preparando el resto de los alimentos y a Azusa quien comía a la misma velocidad de lo que hablaba, es decir muy lento y calmado. Escucharlos discutir siempre me dio gracia y me hacia recordar los viejos tiempos en los que nos peleábamos por tonterías cuando éramos niños. Pero siendo el hermano mayor no podía demostrar esos sentimientos y siempre los interrumpía diciendo que dejen de pelear en la mesa. Todos terminamos con el desayuno familiar y nos preparamos para ir a clases.

El viaje en limosina a la escuela siempre era tranquilo, nunca faltaban los chistes de Kou, los comentarios de Yuma y las pocas pero interesantes acotaciones de Azusa. Se podría decir que en nuestra familia nunca habían discusiones o problemas serios entre nosotros, claro que como en toda familia había diferencias pero siempre se solucionaban. Creo que se podría decir que él secreto de nuestra familia era que no nos guardábamos secretos y que siempre nos preocupábamos por el otro. Nunca uno de nosotros haría algo si supiera que podría lastimar a algún hermano.

El vehículo fue frenando y nos dejo a los cuatro en la entrada del colegio nocturno. Pero para nuestra mala suerte, a los segundos de haber llegado otra limosina estaba llegando y dejando a los seis hermanos Sakamakis. Las miradas de odio entre ambas familias no se hicieron esperar y un aire algo hostil se formaba alrededor de ellos. En realidad, la relación entre nuestras familias jamás había sido buena pero últimamente debido a acontecimientos recientes se había vuelto aun más tensa de lo que era. Hace un par de días Yuma se le había declarado a Shu, el mayor de los Sakamakis pero este lo rechazo; y unos días antes de eso el mismo Reiji Sakamaki se me había declarado, yo lo rechace debido a que no me sentía en lo mas mínimo interesado en tener una relación y mucho menos con un hombre. Debido a estos dos amores frustrados nuestra familia se había unido mas para brindarle nuestro apoyo a Yuma, aunque se notaba que todavía no podía superarlo. No quería que su hermano se delatara ya que comenzaba a poner una mirada algo triste al ver a ese rubio por lo que lo tome del hombro e hice que entráramos de una vez a la escuela.

-¿estás bien Yuma?- pregunto el idol preocupado por el estado de su hermano.

-sí, no se preocupen-

Se notaba que no estaba del todo bien pero me tranquiliza el saber que va a la misma clase que Kou y este le animaría. Se escucho el timbre de inicio de clases y cada uno se dirigió a su salón correspondiente. En las primeras horas de clases entregaron los resultados de los exámenes que nos habían tomado la semana pasada y grande fue mi sorpresa al ver que mi nota era un 9,50 y que ningún chico del salón había logrado sacar 10 ya que todos nos habíamos equivocado en la misma pregunta. Al sonar el timbre del descanso me había levantado con mi fiel libro en mano para reunirme con mis hermanos cuando el profesor me llamo diciendo que tenía algo que pedirme. Le pregunte qué era lo que precisaba y me pidió si podía entregarle el examen corregido a Shu debido a que se había saltado las clases. Quería negarme a la tarea de tener que hablar con la persona que lastimó a mi hermano pero termine aceptando sabiendo que si me negaba me pedirían razones del por qué y no deseaba darlas.

Camine sin idea de donde podría estar y al preguntarle a algunos alumnos supe que se encontraba en la sala de música en el ala oeste de la escuela que estaba siendo mejorada y por lo que casi nadie se dirigía ahí. Me encamine a la misma y en el camino sentí cierta curiosidad por saber el resultado del examen del Sakamaki, debido a que siempre se salteaba las clases su nota seguramente seria desastrosa. Le di una rápida mirada y mis ojos no podían creer lo que veían, el vago que siempre se salteaba las clases había logrado calificación de 10 ¿Cómo una persona que nunca iba a clases o que cuando asistía dormía podía lograr esa nota? - Olvide esa interrogante y la frustración que me agobiaba y volví a mi objetivo de ir a la sala de música. Al acercarme desde el vacio pasillo pude oír cierta melodía que era como una caricia a los oídos, me acerque a la puerta de donde provenía el sonido, la abrí un poco y lentamente procurando de no hacer ruido e interrumpir esa hermosa melodía. Aun con el reducido espacio que tenía para observar, vi quien era el intérprete de la música. Shu estaba tocando con un violín una pieza de música clásica que no lograba identificar debido a que él la tocaba de una manera diferente, pero hermosa. La forma en que tocaba esas cuerdas haciéndolas sonar y como su cuerpo se movía sutilmente siguiendo los movimientos de su arco era increíblemente hermoso ante sus ojos. Quiso dejar de mirar pero se quedo hipnotizado viendo la sonrisa de cuentos que tenía el rubio en ese momento, se notaba que el tocar ese instrumento lo alegraba. Poco a poco la música fue cesando para su mala suerte, ya que podría escucharlo todo el día, y vio como el Sakamaki seguía sonriendo, ¿tan feliz le ponía el tocar ese instrumento?

Dulce traición (Diabolik lovers YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora