cheaters •• a.i

0.1

5 de Septiembre de 2015, Los Angeles, CA.

La música hacia retumbar las paredes de aquel club nocturno de LA, el alcohol estaba presente en cada persona que se encontraba allí. Cada quien disfrutando a su manera, intentando olvidar problemas, divirtiéndose con amigo y simplemente buscando agarrarse una borrachera.

Ashton iba ya por su quinto tequila y su amigo Calum pretendía darle unos cuantos más, los preparativos del casamiento lo tenían tan estresado que en cualquier momento caería en el suelo debido al cansancio.

- Creo que debería parar ya –hablo Ashton tomando el sexto vaso que su amigo le alcanzaba.

- Yo no lo creo, recién empezamos.

- ¿vas a emborracharme para luego violarme? –Calum rio–. ¿eso es un sí?

- Trato de que dejes de pensar en esos estúpidos preparativos de la boda.

- No son estúpidos –lo pensó unos segundos–. Bueno, sí lo son pero Bryanna quiere que participe de todo.

- Por eso digo, son estúpidos e innecesarios si faltan casi nueve meses.

- Estoy de acuerdo, pero debo soportarlo –otro tequila llego a la mano de Ashton junto con la coqueta mirada de una castaña al otro lado de la barra.

- Si no te la agarras, lo hare yo –Calum miro a la chica incitándola a mantener interés en ellos.

- Tengo novia, pronto una esposa.

- Pero si no fuera por eso lo harías –insistió el moreno y Ashton asintió bebiendo el trago de una sola vez–. Tú déjamelo a mi hermano.

Ashton//

Calum desapareció hace unos quince minutos o tal vez más y yo no sé si pueda moverme sin caer al suelo. Aunque realmente esto de emborracharme calmo mi estrés, agradezco haberme dejado llevar por mi mejor amigo.

- Creo que tu amigo te dejo solo –oh por dios, creo que estoy enamorado.

- O quizás esperaba a que vengas hablarme.

- Claro que es eso, me ha pagado cien dólares por venir a hablarte.

- Aunque duela puedo esperar eso de él –reí causando que ella también lo haga.

- Soy Melody –extendió su mano.

- Ashton, un gusto –estreche su mano y me sonrió.

- ¿puedo saber por qué estas bebiendo hasta perder la conciencia?

- Estrés –trague el líquido que ardía en mi garganta–. Mucho estrés.

- Yo podría ayudarte a olvidar tus problemas si tú me ayudas a olvidar los míos –acercó su mano a mi cuello y me incito a besarla, lo cual hice.

El beso estaba cargado de deseo y lujuria de parte mutua, mis labios deseaban con ansias probar más de su sabor, mi lengua se encontró con la suya produciendo una sensación de placer en mi cuerpo. Puedo asegurar que ella estaba disfrutando tanto como yo, mi mano fue directo a su nuca para poder profundizar el beso, como si eso fuera posible, mi otra mano acariciaba la parte baja de su espalda, atrayéndola aún más a mi cuerpo.

- Vamos a mi departamento –dijo ella.

- No sé si es una buena idea –dude pero sus labios en mi cuello hicieron que mi sentido de la razón desapareciera–. Está bien

Ambos estábamos muy ebrios para conducir por lo que fuimos en taxi, el camino fue solo besos y caricias, mis deseos de sentir su cuerpo aumentaban a cada respiración agitada que oia de ella. En el piso 3 en la primera puerta a la izquierda Melody introdujo la llave para poder ingresar. El olor a jazmines inundo mis fosas nasales, casi no preste atención a la decoración solo podía verla a ella guiándome a su habitación.

La castaña me sentó en la cama king size y se subió sobre mi colocando sus piernas a cada lado de mi cuerpo. Lleve mis manos a su espalda y baje el cierre de su ceñido vestido, una vez fuera admire su cuerpo con deseo, un conjunto de encaje negro adornaba su cuerpo esbelto provocando aún más deseo en mi cuerpo. Ella no tardo en quitar mi camisa y dejar besos en mi abdomen. Bajo lentamente hasta llegar a mi cinturón, el cual comenzó a desabrochar para poder sacar mis jeans oscuros.

- ¿Me deseas tanto como yo a ti?

- Si –respondí con la respiración pausada.

- ¿Qué quieres hacer conmigo?

- Quiero hacerte mía –dije para luego tomarla entre mis brazos y comenzar a besarla.

Esa noche, fue el mejor error que tuve en mi vida y volvería a repetirla.