Capítulo 1

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-Un ratito más-digo tapándome por encima de la cabeza con una fina sábana.Claro,luego me percato ,que no es mi madre la que me ha venido a despertar,sino,una canción aleatoria del móvil.Y es entonces cuando me doy cuenta de lo estúpida que soy,pero,es difícil acostumbrarte a estar sola.Más incluso de lo que ya te sentías antes.

Me visto,con un un top negro debajo de un jersey finito de color verde y unos vaqueros cortos,el tiempo de Londres es muy traicionero.Lo aprendí justo al llegar aquí,Barcelona no es ni la mitad de fría que este lugar.Se me presenta un dilema¿los zapatos que me regaló mi abuela materna por Navidad?¿O las bambas blancas?Bah,cogeré los de mi abuela,quiero llevar a mi familia conmigo,a pesar de que ellos no quieran saber nada de mí.Normal.Termino de alistarme,me cepillo el pelo y cojo los libros necesarios .Bajo a la cocina,donde hay una nota:

Buenos días mi reina!-sonrío al ver que es una nota de mi padre-Te he traído el desayuno,las  napolitanas que tanto te gustaban cuando te las llevaba a Barcelona...ahora podrás comerlas siempre.Espero que tú primer día en el  instituto sea perfecto.Diviértete y haz amigos!Un nuevo curso,una nueva vida y una nueva tú.Te quiere tu padre-.Suspiro y no sé  en que momento me quedo mirando la bolsa de dulces.Una nueva yo,que fácil decirlo y que difícil ponerlo en práctica.

Me despierta la alarma del móvil diciéndome que debería estar saliendo de casa ya.Soy una adicta a ellas,si no existieran sería muchísimo más despistada de lo que soy.

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El ruido del tren hace que me sobresalte,nunca había viajado sola en transporte público.En estos momentos me acuerdo de mi chófer,Toni,y lo hecho de menos.No por el hecho de que fuera él el que me llevara a todos los sitios,que también,si no porque junto a Mary,Carlota y Ana,eran los únicos que de una manera u otra sabían como me sentía.Guardo el móvil en la mochila y me acerco un poco más al andén.Cuando la puerta se abre delante mío,soy arrastrada por una multitud de personas que quieren coger sitio.No empezamos bien.Entro dentro y miro a mi alrededor,como había imaginado,ya no queda ni un sitio libre.Pero,mi vista se fija en un asiento,hay un maletín,sin embargo,nadie de los que están de pie,han hecho el esfuerzo de quitarlo y sentarse,así que decidida voy hacía allí dispuesta a quitarlo.


El chico del metro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora