El nombre del café.-

17 días antes de navidad.

Ella.

- ¿Sabes? Estoy empezando a odiar la navidad – Dije, mientras esperaba con Penn mi Toffee Nut Latte en la fila de Starbucks.

- ¿Odiar? – Pregunta ella, incrédula.

- Piénsalo, la gente se vuelve loca, cambia su humor... incluso todo parece ir mas allá de la realidad, como una obra de teatro: ficciones que no existen detrás del telón, más allá que ames a los personajes – Explico y ella sigue observándome incrédula.

Los minutos pasan, el local de la calle 33 cruce con Av. Deaton estaba lleno, la gente no hacía más que pedir sus bebidas navideñas favoritas y muffins... había un árbol de navidad e incluso una chica con el típico gorro de Papa Noel.

Penélope sigue pensando en lo que dije, buscando una respuesta y la dice cuando finalmente la encuentra:

- Allison, creo que estas equivocada, la navidad va hacia ello: hacia encontrar quien somos realmente. – Me anima un poco, acto seguido una chica me llama por mi nombre, me acerco y me entrega el café.

Me doy vuelta hacia Penélope, quien ya tiene su te en manos. Tomo un trago de mi café y lo saboreo, cierro un poco los ojos y los abro de golpe, cuando un chico con el delantal verde de Starbucks me empuja y derramo mi café sobre el pulóver blanco que decidí ponerme esa mañana.

- ¡Mierda! ¡Fíjate por donde vas! – Le digo fastidiosa.

El chico castaño con unos... ejemp, ojazos marrones, me mira y sigue su camino hacia el mostrador, me mira de nuevo y sigue haciendo su trabajo.

Salgo indignada, tratando de sacar la horrible mancha de café de mi ropa, pero no hay caso, aunque el café sabe dulce, como las dulces navidades que se aproximaban.