Porque te amo (Steroline)

Porque te amo

Caroline

Era de noche y Caroline estaba acostada en su cama—incluso con la misma ropa de la mañana—mirando el techo de su habitación, estaba sumida en un silencio mientras pensaba, ella había tratado de convencer a Elena de que Stefan era su amor épico, sabía que ambos estaban hechos el uno para el otro, pero había algo en esas palabras que le repetía una y otra vez a su amiga que le dolía muy profundo en el corazón, y Caroline sabía perfectamente la razón.

Se había enamorado de él. Y estaba totalmente consciente de que eso estaba mal, sólo le causaría daño a Elena y destrozaría su amistad con Stefan al no poder ser correspondida. Sobretodo ahora que ella y castaño sabían gracias a la escena montada por Rebekah lo que la morena pensaba de su relación con Stefan y el hecho de que había tenido sexo con Damon. Se encontraba analizando la información cuando escuchó un ruido, rápidamente se incorporó de forma que logró observar una silueta en el marco de su puerta.

—¿Stefan? —preguntó ella con un pequeño deje de incredulidad ¿Acaso lo había invocado por sus pensamientos?

—Lamento haberte despertado —murmuró el vampiro mientras la observaba. Unos pocos segundos después Stefan se encontraban caminando hacia Caroline y al llegar hasta la cama simplemente se recostó a un lado de ella. La rubia no pudo evitar que sus ojos recorrieran su vestimenta, él llevaba puesta una chaqueta y unos vaqueros azules.

—No estaba dormida —la chica intentaba evitar su mirada, no se creía capaz de soportar ver esoa ojos verdes que la habían cautivado. —¿Ocurre algo?

—No, sólo me apetecía verte —Caroline volteó a verlo con reproche, ambos sabían que esa no era la verdadera razón. —Bien, es sólo que es incómodo estar en el mismo lugar que ambos.

Caroline sabía a quiénes se refería así que se limitó a asentir.

—Yo... Sé que quizá es demasiado pronto —empezó a hablar de nuevo el castaño. —Y que mi rompimiento con Elena es reciente, pero he estado sintiendo cosas...

—¿Cosas? —le alentó a seguir la chica, pues no entendía exactamente a qué se refería su amigo.

—Empezó antes de terminar con Elena —hizo una mueca, al parecer le estaba costando un poco llegar al punto de todo ello. —Quise ignorarlo, pero simplemente no puedo, sobretodo no ahora sabiendo que no tengo más ataduras con nadie, y que ella tampoco las tiene ¿Sabes? Me sentía algo culpable, luchando por tener a Elena pero empezando a sentir todo esto por esta chica. Pero ahora ya no hay culpa.

—¿Stefan? —su voz era baja, si él no tuviese oídos de vampiro estaría segura de que no la hubiese escuchado.

—Me gusta alguien, Caroline —soltó por fin. Esas palabras fueron como un balde de agua fría para Caroline. Se clavaron dolorosamente en su corazón, sentía que le faltaba el aire y tuvo que contener las lágrimas, quizá estaba siendo dramática, sin embargo, sentía que ya había perdido cualquier oportunidad con Stefan que pudiera tener al ya no ser novio de Elena. Se obligó a sonreír y jugar a la mejor amiga positiva, después de todo, tenía que estar feliz por el chico.

—¿De verdad? ¿Quién es? ¿La conozco?

—Sí, la conoces, pero no te diré quien es.

—¡Oh vamos Stef, dime!

—No lo haré —una sonrisa burlona se formó en sus labios. Caroline bufó y luego una idea pasó por su cabeza, no tenía nada que perder se dijo. La rubia levantó las comisuras de sus labios imitando a su acompañante.

—Bien, entonces no te diré quién me gusta a mí.

—No puedes ocultarme eso, soy tu mejor amigo.