Agua, mar, río, océano, peces, animales, seres vivos, todos ellos en algún momento sean sentido ahogados, y hasta algunos se an muerto de esa manera.
Me siento ahoga, siento como si estuviera en un baso lleno de agua y estuviera en el fondo de el y todos los demás estuvieran flotando arriba.
Siento que como si todas la personas fueran olas, algunas olas debo esquivarlas, otras que debo y me dejo llevar por ellas, otras de las cuales les tengo miedo, porque se que pueden dañarme. Hay otras que son obligatorias aguantar, también están esas olas que solo me miran con curiosidad pero nunca llegan a mi, existen olas que me enamoran, que me hacen adicta a su ritmo y a su suavidad hasta llegar a volverme loca por su adrenalina. Hay olas que detesto, que odio y las odiare, pero sé que tengo mis razones para ello. Hay olas que quiero, que estuvieron para mí y se que siempre estarán, no se encuentran fácil pero cuando viene la tormenta pueden venir muchas olas que detesto pero siempre habrá una ola que quiero cerca para salvarme.-¿Azul?-alguien dice mi nombre pero no saco la mirada de el papel en el que estaba escribiendo.
-¿Azul?- un chico toca mi brazo.
-sí - digo, levanto la mirada para encontrarme con Gabriel, ¿por qué el me está hablando?
-¿qué escribes?
-que te importa.
-Vamos, dime, ¿qué escribiste ahí?- dice sonriendo.
Yo solo lo miro, ¿por qué está acá? ¿Será porque perdió una apuesta? ¿Sus amigos lo dejaron de lado ? ¿Por qué me hablaría si tiene sus propios amigos?
-no, debo irme - digo rápida y me paro para agarrar mis cosas. El agarra mi hoja antes de que yo lo pueda hacer y se va corriendo con ella. Mierda, va a ver lo que escribí y se lo mostrará a alguien y se burlara de mi.
Me senté de vuelta en la silla del comedor de la escuela en la que estaba antes y apoyo mi cabeza en la mesa exhausta.*****
-azul!! Vino alguien a darte algo - grita mi mamá.
-¿quien?- digo confusa.
-no se, ve haber tu.
Voy hacia la entrada y me encuentro con Gabriel en ella parado esperándome. ¿Qué querrá?
-hola - dice
-emm... Hola.
-quería darte esto - y busca en su bolsillo de su jeans y me entrega una papel.
-perdón por sacártelo, pero... Piensas de una manera muy rara y me encanto lo que has escrito de verdad- dice sonriendo.
-yo...
-no me expliques nada, tus palabras me han inspirado así que en la parte de atrás lo e seguido, espero que no te moleste, ¿te sientes de esa manera, azul? ¿Te sientes ahogada?
Y en ese momento supe que él había entrado al grupo de las olas que me enamoran. El me gustaba desde hace un tiempo pero... Me entendiendo, me a aceptado aunque piense de una manera no tan usual, el me a aceptado tal cual soy y eso jamás pasaba.
-yo... - iva a seguir pero el me interrumpió.
-no me conteste si no quieres, lee lo que e puesto y después me respondes- dijo y se fue.
Entre a mi cuarto y me senté en la cama, lista para leer lo Gabriel había puesto.Miedo, voces, problemas, familia, amigos, sociedad, todo eso me ahoga, todo me cansa, todo es frustración tras frustración, no ser lo que uno quiere e intentarlo y no poder. Ser infeliz, cortadas, lágrimas, voces, miedo, actuar que nada a pasado. Eso me ahoga, eso me deja sin respiración. Pienso que cada persona es una flor, un tipo de flor diferente, casi siempre todas son Rojas, Rojas porque dañan hasta el límite de que lo único que veo al final del día es ese color. Me ahogo en mis llantos, me escondo, me protejo porque nadie lo hace ni lo va hacer por mí. Azul, todos nos ahogamos, tarde o temprano, puede que sea raro que te escriba pero para dejar de estar ahogada hay que salir del agua, no quedarse abajo y aguantar la respiración, porque habrá un momento en el que ya no habrá aire y ni las olas te podrán salvar.

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Pensamientos...
De TodoPensamientos de personas desconocidas, desde el pensamiento de un gato antes de saltar un tejado a una adolescente con sus problemas o un adulto