CAPITULO 2

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   Llegue a mi casa extremadamente cansada. Salude a mi madre, la cual estaba hablando por teléfono en la sala. Subí al segundo piso hasta mi habitación. Saque mi celular y tire el bulto en una esquina, me puse una camisa larga bastante cómoda y me tire en la cama a dormir por lo menos una hora. Necesito descansar porque debo tener la mente clara para aprenderme un libreto de una escena. Ya cuando me sentí en el transe de dormida y despierta  escuche una notificación de WhatsApp me despertó.

 Mayte cursa conmigo las clases y digamos que no llegamos ni a compañeras

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Mayte cursa conmigo las clases y digamos que no llegamos ni a compañeras. Conozco a Mayte desde que éramos unas niñas y aunque fuimos amigas por un tiempo, ella comenzó a odiarme en el momento en el cual un chico no quiso estar con ella porque se había enamorado de mi. Y honestamente, me pareció tan inmadura su conducta hacia mi, demostrándome que siempre ha querido tener el control de las decisiones de las personas. Siempre he pensado que si una "amiga" te cambia por un chico, nunca fue una amiga verdadera.

Seguí texteando con Jonathan y me explicó que Mayte fue su vecina en la infancia. Inmediatamente termine de chatear llame a Diana y le dije todo lo que Jonathan me había dicho. Créanme, su voz se transformo por completo.

~*~

Las semanas pasaban y con ellas la amistad entre Jonathan y yo iba mejorando día tras día. Jonathan me ayudaba mucho en el proceso de la búsqueda de universidades, carreras y todo el proceso tedioso que afrontamos los graduandos. Por primera vez, estaba teniendo un amigo que me respetaba y valoraba como su amiga. Cuando estaba en problemas o necesitaba un consejo, él era quien me encaminaba y me llenaba de fuerzas. Debo admitir que entre nosotros ocurrían cosas sin sentido, de repente íbamos al centro comercial y los ancianos nos decían que éramos una linda pareja, lo cual desearía fuera así. No entiendo porque la sociedad no acepta una amistad entre un hombre y una mujer sin categorizarlos como que se gustan.

Hace una semana fue mi cumpleaños y mi padre me regaló un auto para poder ir a la universidad. He estado demasiado agradecida con todas las cosas lindas que me han ocurrido.
Esta mañana he buscado a Diana a su casa, veníamos hablando sobre Mayte y lo imposible que me a hecho la vida desde que se dio cuenta que Jonathan y yo éramos amigos. Aparque el auto en el estacionamiento y caminamos hasta la entrada.

Hablando de la reina de Roma y mira quien se asoma — exclamo Diana mientras guardaba su celular en el bulto.

Shhh, habla bajito — Le dije dándole unos codazos.

Oye Verónica, ven acá — Dijo Mayte, yo solo rode mis ojos y caminé hacia donde ella acompañada de Diana

¿Qué quieres? — respondí cortante.

Dije Verónica, no sus garrapatas — exclamó Mayte

Andas graciosa, verdad. Oye tesoro, ¿Porque no buscas a alguien que te entierre? — le dije pues no me quedaría con esa.

Eres una idiota. No entiendo como Jonathan puede soportarte, ¿Por qué últimamente andas de arrastrada con él? ¿También te lo vas a llevar a la cama?

Te exijo que a mi no me llames arrastrada, yo por lo menos tengo modales. Además, a ti no debo darte explicaciones.

— Que te quede claro Verónica, no quiero volverte a ver junto a mi John, ¿Escuchaste estúpida?

— Ay Vero, creo que anda silbando una mosca por aquí — Exclamo Diana refiriéndose a Mayte.

Yo creo que también la escucho, vámonos, antes de que se meta en la sopa —  conteste con la sonrisa más falsa que pude haber dado.

  Llegue al salón de teatro el cual estaba vacío, Diana había ido a la tienda a comprar unas sodas y mientras tanto intentaba ver instagram para distraerme de lo que había sucedido. Soy una persona muy sentimental y aunque me se defender de una manera u otra, me afecta. Vi a Jonathan entrar por la puerta, me volteo dándole la espalda porque no quiero que me vea con el coraje que llevo.

Vero, ¿Cariño que te pasa?  — hablo para luego sentarse a mi lado.

Nada que te importe — conteste cortante, note su cara de decepción y me hizo sentir mal, pues le había contestado ruda y no tenía la culpa. Respire e intente expresar unas mejores palabras. — Tengo que decirte algo... Mayte y yo nunca pudimos llevarnos bien y últimamente desde que nos ve juntos no para de tirar comentarios que se que lo hace para hacerme enojar.

Le pedí perdón por haberle gritado a lo que el respondió con un fuerte abrazo y un "No te preocupes princesa" Esas cosas me hacían pensar que le gustaba pero... OK , BASTA VERONICA. Un chico universitario como él no se fijaría en ti.


Lamentablemente no pudimos seguir hablando ya que mi maestro de teatro nos llamó para comenzar a ensayar la próxima obra de teatro, en la cual soy protagónica junto a Jonathan.

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