Mi efecto mariposa

Capitulo 1: Erandin

Me desperté por el molesto sonido del despertador y a regañadientes me levante con los ojos serrados y la apague para volver a acostarme pero después de unos minutos sentí como tiran de mi cabello para que me levante.

-Ya voy...ya voy...sabes, no es necesario que tires de mi cabello.-digo con cansancio, me levanto para ver al responsable de aquellos jalones de cabello.-No es necesario que me jales es cabello todas la mañanas Draco.-regaño a mi pequeño hurón albino que esta frente a mi.

Me levanto para ir a buscar la ropa que me pondría hoy, tome la primer sudadera que vi y unos pantalones con estampado militar, hoy era uno de esos días en los cuales no tenia ganas de arreglarme como siempre.

Baje las escaleras a tropezones mientras me ponía mis convers negros, prepare la comida de draco quien no tardo ni dos segundos en empezar a comer y al ver el reloj de mi muñeca me di cuenta que llegaría tarde a la escuela.
[...]

Entre corriendo a la escuela y me di cuenta que hice tiempo récord, voy caminando entre los alumnos cuando siento que alguien choca conmigo haciéndome tirar mi material para la clase.

- Ten mas cuidado.-escucho que me reclama una voz ronca y estoy segura que es de el responsable del choque.

- El que debería tener mas cuidado es otro pues yo no fui el idiota que veía la minifalda de las secretarias.-contra ataque con rabia en mi tono de voz después recogí mis cosas y me fui dejándolo con la palabra en la boca.

Llegue lo mas rápido que pude a mi salón y acomode mis cosas en el escritorio, de poco a poco una que otra carcajada se les escapaba a uno que otro alumno y es comprensible porque ver llegar a tu maestra de literatura al salón como si Freddy Krueger viniera tras ella le causa gracia a cualquiera.

Después de recuperar el aliento comencé con la clase, yo no soy como otros maestros de literatura que les hacen la clase eterna y aburrida si no todo lo contrario pues yo también fui alumna y los comprendo.

Al terminar la clase voy a la sala de maestros pues tendríamos junta para conocer al nuevo profesor de deportes.

- Espero que le den una cálida bien venida a Jace Kennedy que sera el nuevo profesor de deportes.-lo presentó el director.

Al fijar mi vista en el nuevo profesor pude ver a un joven de unos 28 años a lo mucho con el cabello castaño un poco largo, piel aperlada, ojos cafés claro y buen físico, pero después me doy cuenta que es el mismo idiota que me tiro en la mañana.

-"Lo que tiene de músculos le falta de neuronas". -se escapa una carcajada involuntaria por aquel pensamiento y obtengo la atención de todos.

-Tiene algo que decir señorita Castle? -la gruesa voz del director me saco de mis pensamientos.

Siento como la vista de todos se posan en mi poniéndome un poco nerviosa, solo me limito a negar ligeramente con la cabeza. La junta siguió, pero yo no estaba prestando atención pues era lo mismo de siempre...que las tareas, que los exámenes, etc. al terminar la junta toco el timbre que daba fin a las clases y al salir de la sala de maestros pude ver el pasillo repleto de alumnos.

Camine rumbo al auditorio pues soy la maestra encargada del club de teatro que comienza dentro de un par de minutos, siento como alguien choca contra mi hombro provocando que tropiece y que se me caigan los lentes a los pies de los jóvenes y después de un par de segundos escucho como se rompen al ser aplastados.

-Mierda mis lentes. -digo en un susurro, volteo buscando al culpable, pero sin mis lentes solo veía puras siluetas difuminadas sin poder distinguir casi nada.

-Disculpa, no vi por donde iba. - escuché una voz con un notorio tono de sarcasmo y en ese instante lo reconocí

-Eres un idiota infantil. -conteste fulminándolo con la mirada y furia en mi voz.