Recuerdo perfectamente cada detalle desde que empezó todo hasta que acabó.
Todo empezó el primer día de colegio.
El despertador sonó a las 8:00, me levanté un poco más pronto de lo normal para que me dirá tiempo a darme una ducha. Al salir de la ducha fui directa a la habitación dejando un rastro de gotas de agua por el pasillo.
Me senté en la cama, en frente del armario y estuve unos diez minutos largos decidiendo un conjunto.
Finalmente decidí ponerme unos pitillos negros, con una blusa blanca y mis sandalias de plataforma blancas y doradas.
Me planche el pelo como unas tres veces ya que ese día tenia el pelo muy rebelde.
Antes de salir me puse rimel y un poco de glos rojo que me regaló mi tía por mi aniversario y salí directa a la calle.-Olivia! Tu bocadillo!-chilló mi madre por la ventana
-Ahora subo!- chille desde la calle.
No podía ser, llegaba justa y ahora encima tenia que subir a buscar un bocadillo que nisiquiera me iba a comer. Metí el bocadillo en la cartera y salí corriendo.
Nunca he sabido ir sola por la calle sin musica así que cogí mis cascos de la cartera y me puse a escuchar Imagination de Shawn Mendes.
Al llegar a la escuela me reencontré con muchos amigos que no veía desde antes de verano.
Entré a clase y vi que me había tocado con una de mis mejores amigas, Marina. Las dos teníamos claro que nos íbamos a sentar juntas hasta que por desgracias o por suerte:
-Buenos días chicos, soy el nuevo profesor y para empezar os voy a sentar de dos en dos por orden de lista- dijo un hombre mayor con chepa.
Yo miré a Marina y puse los ojos en blanco y ella soltó una risa la cual toda la clase se giró.
-Olivia Brand, siéntese al lado de Tom Brody- chilló el señor profesor con una lista en la mano.
No me lo podía creer, tenia que compartir pupitre com el más chulo del cole y aparte de eso, el más guapo. Tom era un chico alto delgado no muy fuerte, pelo rubio largo, peinado perfectamente en forma de tupé, con unos ojos marrones preciosos pero lo que más le destacaba y a las chicas les volvía locas era su sonrisa perfecta con unos hoyuelos perfectamente marcados. La verad era que ami nunca me había atraído Tom Brody, así que reaccioné totalmente normal.
-Hola! Soy Olivia, encantada- solté con una gran sonirsa.
-Ya se como te llamas pero gracias por recordarmelo- contesto Tom con la mirada al frente.
Parecía que no le apetecía mucho hablar así que supuse que callada estaba más guapa.
Saqué mis libros de la cartera y los coloque ordenados por color en el pupitre, mientras el me miraba de reojo.
-Que rara eres- me soltó como si nada.
Levanté la cabeza y solté una risa tonta, y eso que no soy de risas tontas.
¿Que me estaba pasando?