Solo sexo

58 1 0
                                    

Estaba en mi habitación cuando pronto llamaron a la puerta, me dirigí a abrir y cuando lo hice era Sebastian, entro y me tomo en sus brazos, comenzó a besarme con mucha pasión, me llevo hasta la cama y me recostó, comenzó a desvestirse era una vista maravillosa tenia un físico magnífico abdominales bien definidos y piernas bien torneadas era un hombre perfecto. De pronto se deshizo de sus boxers y dejo al descubierto su enorme miembro, era magnífico tanto que se me hacia agua la boca. No tardo mucho en desvestirme y se recostó sobre mi besándome y acariciando todo mi cuerpo. De pronto se introdujo en mi y fue un dolor tan placentero que gemi de exquisito placer, comenzó a moverse cada vez mas rápido y de pronto escuche un ruido casa vez mas fuerte y mas cerca...

De pronto desperté, había sido todo un sueño y mi teléfono no dejaba de sonar, al verlo vi que era mi padre pero no me apetecía hablar con el así que lo apague.

Me levante y salí a la terraza, al salir me sentí un poco mejor aunque solo traía puesto un short y una camiseta y hacia bastante frío. De pronto escuche un ruido que me asusto, al voltear me encontré con Sebastian debía ser quien estaba en la habitación de al lado.

-No puede dormir?-pregunte pero no sabia si responderia

-La verdad es que no y usted?

-Desperté hace un rato-respondi

-Que pasa? Extraña a alguien? -pregunto

-No, a quien debería extrañar?

-Pues no se hace unos días se le veía muy cómoda con John Royers - explico y por fin comprendí todo así que respondí.

-Si claro es un buen amigo y ahora que se casa tenia que despedirse de mi, solo espero que le vaya bien- le dije y note su sorpresa ante lo que había dicho-Buenas noches señor-le dije y me dispuse a entrar de nuevo en mi cuarto.

-Espere por favor- me detuve-yo creí que...

-Pues creyó mal-respondí y entre en mi habitación.

Volví a la cama y de pronto la puerta que comunicaba con la habitación se abrió y entro Sebastian, me incorpore un poco.

-Quiero hablar con usted-exigió

-pero yo con usted no-respondí recostándome en la cama.

De pronto sentí que la cama se hundía.

DescubremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora