Es momento del amor

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Así pasaron algunas semanas, viajábamos de un lugar a otro para hacer tratos, haciendo el amor en todos los lugares a los que fuimos, estuvimos en Francia, Roma, Inglaterra y por ultimo hoy llegamos a Alemania.
Sebastian quería que fuera con el en su avión pero todas las veces que me lo dijo lo rechace ya que si el había decidido desde un principio no viajar conmigo, sabría que conmigo no se juega así que siempre viaje en vuelos particulares pero esta vez en primera clase. Baje del avión y el ya me estaba esperado.

-Y como fue tu vuelo?-preguntó esperando que dijera que la próxima vez iría con el.

-Excelente- respondí con una gran sonrisa.

-Claro nunca darás tu brazo a torcer verdad?-pregunto

-No-le dije besándolo

Fuimos al hotel y en cuanto llegamos al cuarto comenzó a desvestirme.

Fuimos hacia la cama e hice que se recostara completamente desnudo, pareció saber lo que haría por que se incorporo un poco.

-Espera, yo nunca e dejado que me monten- dijo algo serio

-Pues yo quiero hacerlo-relajo un poco el seño pero parecía inseguro. 

-Nunca e dejado que una mujer me domine- me dijo

-Yo no voy a dominarte solo quiero hacer el amor-le dije tocando su miembro

Volvió a recostarse y lo tome como una señal de rendición. Me coloque encima de el, sujete su pene y lo dirigí a mi entrada, fui introduciendome lentamente sintiendo dolor mezclado con un gran placer. Comece a moverme cada vez mas rápido y al mirarlo pude ver que lo disfrutaba también, levanto sus manos y comenzó a acariciar mis pechos, la sensación era increíble, me movía cada vez mas rápido el dejo escapar un gemido. De pronto se sentó y quedamos frente a frente, empezó a moverse mientras nuestros cuerpos resbalaban por el sudor, chupaba y mordisqueaba mis senos. Un calor exquisito comenzó a subir desde mi sexo hacia todo mi cuerpo, llegue al orgasmo explotando por dentro. Un momento después el me siguió. Se quedo mirándome, era una mirada tierna que de pronto me asusto por que no quería enamorarme pero no pude evitar mirarlo también.

-Fantástico- me dijo dándome un beso

-Me alegra que te haya gustado- le dije mordiéndole el labio inferior.

Se recostó conmigo encima de el, no salio de mi interior, coloque mi cabeza en su pecho y comenzó a acariciar mi espalda hasta que me quede profundamente dormida.

Eran las dos de la mañana cuando desperté ya que me di cuenta que están sola en la cama. Me levante y me puse una camiseta de Sebastian y unos boxers. Escuche ruido en el baño así que me dirigí hacia allá.
Sebastian estaba de rodillas vomitando. Fui hacia el y comencé a frotar su espalda. Se asusto un poco al verme pero me dejo acariciarlo.
Cuando termino le pase una toalla para que se limpiara.

-Estas bien?-pregunte

-Si, algo debió caerme mal-respondió y se levanto.

Fue hasta el lavabo y se lavo los dientes.

-Que bien se te ve esa camiseta-me dijo sonriendo

-Lo se- respondí devolviéndole la sonrisa.

-Pero te vez mejor sin ella

-También lo se, ya te sientes mejor-me dijo acercándose a mi

-Un poco, vayamos a la cama- pidió y nos dirigimos hacia ella.

Nos recostamos uno junto del otro, coloque mi cabeza en su pecho y el acaricio me frente.
Después de un rato estaba apunto de dormirme y lo escuche susurrar.

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