Algo inesperado.

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Entre a la casa que ya estaba abarrotada de gente, mi madre al verme corrió a abrazarme, estaba hermosa como siempre a pesar de sus 48 años aun se veía espectacular, era alta y delgada, de rasgos sumamente suaves, y con un rostro que denotaba una inteligencia magnifica. Mi padre también vino a abrazarme, pero un poco mas discreto, el también a pesar de su edad se conservaba muy bien, tenia el pelo con rastros plateados por las escasas canas que ya comenzaba a tener.

-Shannel, pensé que no vendrías- chillo mi madre.

-Madre solo llegue 20 minutos tarde, no exageres.-respondí

-Hija si ya sabes como es tu madre debiste llegar a tiempo-dijo mi padre sonriendo.

-Esta bien mamá no volveré a allegar tarde te lo prometo. - le dije y ella sonrió satisfecha.

-Ven voy a presentarte a algunos chicos, vamos- me tomo del brazo y mi padre me sonrió como diciendo "compréndela te quiere", así que la acompañe. 

Mi madre e presento a varios chicos muy atractivos y que al parecer eran muy ricos, converse un rato con todos y baile con la mayoría. Hasta que mi madre me llamo por que al parecer quería presentarme a una ultima persona. Me dirigí hacia ella, me tomo del brazo y me indico el camino.

Legamos a al sala donde se encontraban dos hombres altos y morenos, mi madre saludo a uno de ellos y espero a que le presentara al otro joven. Después me llamo para presentarme, me acerque y mi madre me presento.

- Bien Hans, ella es mi hija Shannel, Shannel este joven tan guapo es Hans uno de los socios de tu padre. 

Extendí la mano para saludarlo.

-Hola como estas? - le dije, el estrecho mi mano y al verlo bien pude notar que era el hombre con el que me encontré en el elevador.

- Hola señorita me alegra al fin conocerla, en el ascensor no pude presentarme adecuadamente ya que iba tarde, pero me alegra que termináramos en el mismo sitio.- me dijo

- Hola un placer, parece que las coincidencias si existen.- le dije y sonreí

-Lo mismo digo ahora déjeme le presento a mi hermano, Sebastian Reygo, debo decir que es mas joven y mas a puesto que yo jajaja- rió y señalo a su hermano, quien se giro para verme y al observarlo pude ver que era mi salvador. Extendí la mano también y lo salude.

-Shannel Denver, un placer conocerlo al fin- le dije y sonreí

-Lo mismo digo señorita- estrecho mi mano- Si me disculpan- dio la vuelta y se marcho. 

- Disculpe a mi hermano por favor casi no es así pero la presión en el trabajo aveces le hace esto. 

- No se preocupe no pasa nada.-explique, pero no entendía por que aquel hombre no quería estar cerca de mi.

-Ahora señorita me haría el honor de bailar conmigo y después le presentare a algunos amigos.

-Claro con gusto.-tome su brazo y lo acompañe.

Bailamos varias piezas, me presento a varios de sus amigos algunos mayores otros muy jóvenes pero todos muy amables y simpáticos. Después de un rato estaba algo asfixiada por tanta gente y salí a la terraza. Respire hondo y agradecí el aire fresco, aunque comenzaba a hacer frió y yo no estaba para nada abrigada. Camine un poco para despejarme, de pronto escuche un ruido y me detuve, era una pareja que parecía estarla pasando bien, quería irme pero no pude evitar mirarlos, el la acariciaba con devoción y ella le mordía los labios al besarle.

-Disfruta del espectáculo- una voz me distrajo y me hizo avergonzarme por lo que vi, gire y me encontré con Sebastian que me miraba desde cerca. Inmediatamente me sonroje.

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