Capítulo 3: El Cumpleaños de la Reina

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Hola mis Asgardianas hermosas

Muchísimas gracias por sus comentarios y sus votos que tanta satisfacción me dan.

Contarles que este capítulo esta largo y sustancioso jajajajaja.

Muchísimas gracias en especial a: CarmenRoblesPardo, DanBlun, Endoriel, Ivegotasweetheart, JessyNuez123, Kangeli123 (a quien dedico este capítulo por ser tan motivadora, efusiva, buena lectoras y por haber sido la primera que me dejo comentario en el capítulo pasado), LaleArama, louismarvel1d, MariaPiceherVera, MedalyComonfort, natsuki999 y Sam-1999.

Si me falta alguna persona por mencionar, pido disculpas.



Capítulo 3

El Cumpleaños De La Reina

La noche del bendito cumpleaños había llegado. Me aseé y me peiné como hace tanto tiempo no hacía, dejé mi espeso y largo cabello negro suelto y lo ondule ligeramente en las puntas, me maquillé como nunca antes me había pintado y me coloqué el hermoso vestido que habían hecho para mí. Razón tenía la Reina al decir que me gustaría.

Era del tono verde característico de la orden del mago, con un broche de amatistas doradas se cerraba detrás de mí cuello y la vaporosa tela caía en hermosos pliegues plisados sobre mi pecho, era bastante descotado pero la unión de la tela no dejaba ver mi piel, ni el nacimiento de mis pechos. El verde bajaba por el costado de mi cuerpo hasta un poco más debajo de la cintura, de allí la tela se ensanchaba hasta mi coxis, dejando toda la espalda al descubierto. El vestido caía libre hasta mis pies, no era un traje ajustado pero la desnudes de mi espalada hasta las caderas dejaba delinear mis formas a cualquier par de ojos que reparara en mí. Un par de largos y dorados zarcillos acompañaban a mi cuello, y un brazalete ancho y dorado decoraba mi muñeca izquierda.

El hermoso vestido tenía doble falta, la verde que lo cubría todo tenía dos grandes rajas que al caminar dejaban ver el dorado de fondo, una hermosa tela dorada brillante algo transparente. Me gustaba que era un atuendo de sensualidad moderaba, mostraba algo, pero dejaba la mayor parte a la imaginación. En mi pierna derecha me até los arneses que sujetaban la funda de una delgada daga de 15 cm de largo. No había mucho lugar donde esconder una espada con ese vestido, pero jamás saldría sin protección.

Me di una última ojeada en el espejo y encontré a una hermosa mujer que me devolvía la mirada en el reflejo, pensé en que me gustaría gustarle a Loki, inconscientemente me había esmerado en mi arreglo para verme aunque fuese un poco hermosa junto a él. Loki a diferencia de Thor, era muy elegante, sensualmente gallardo, enigmático, y deliciosamente malicioso, no cualquier dama podía lucir junto a un hombre como él. En cambio el futuro Rey era rustico y bonachón, de sonrisa franca y ojos alegres.

Segura de mí, caminé hasta el enorme cuarto negro, al entrar me horrorice con lo que vi.

—¿Qué creen qué hacen? —con repulsión vi a Loki vestido elegantemente, pero atado de pies y manos, y amordazado.

—Es el protocolo para salir de prisión, Idri —me respondió Veli, capitán de la guardia.

—Lo sé, pero no es necesario, desátenlo de una vez.

—No, es peligroso.

—Yo soy responsable de él, Veli. Y te digo que lo sueltes —el capitán me miró desafiante.

La Guardiana COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora