beloved boy ๑ l.s.

cosquillas

"Ya para, Harry" se retorció entre carcajadas Louis.

"Por favor, te lo ruego" casi lloró, estremeciéndose y moviéndose de lado a lado, desordenando toda la cama.

"Para, para" chilló, riendo "haré lo que quieras, pero ya deja de hacerme cosquillas"

Harry murió de ternura, y lo abrazó, rodeándole por completo con sus brazos y levantándolo de donde yacía, pegando sus dos narices habló bajito "tú, louis william tomlinson, eres todo un debilucho" y meneó su cabeza de lado a lado, haciendo sus trompas besarse como lo hacen las mamás con sus bebés.

Y es que eso era Louis para Harry, un hermoso y apreciable bebé que debía cuidar, querer, disfrutar todos los días que le fuese posible.

"¡No es verdad, no soy un debilucho" se cruzó de brazos el debilucho, e hizo un puchero.

Harry robó un beso fugaz de sus labios y le contestó "No, no lo eres" entonces el pequeño volvió a sonreír, enseñándole todos los dientes, porque eso era lo que los niños buenos hacían.

"Tú eres todo un debilucho, solo tuve que rogarte un poco y ya te detuviste" se enalteció el de los ojos como luceros.

"La única razón por la que me detuve..." informó el rizado, hincándose hacia adelante en cuatro patas, haciendo a Louis recostarse delante de él "es porque me sugeriste que harías lo que quisiera"

Y tal como lo había prometido, el castaño hizo lo que el de pelos largos quiso, y se dejó follar dulcemente por él toda esa gloriosa mañana de verano.