beloved boy ๑ l.s.

enamorados

"¿Sabes cuánto te amo?" preguntó, después de un largo y pacífico silencio, el niño del cabello enrulado.

"Sí, Harry. Lo dijiste hace como diez minutos." rodó sus ojos, aun sonriendo discretamente.

"Oh" sonrió abiertamente Harry, y volvió a acomodarse.

Ambos estaban tirados en una manta sobre una alta montaña. Desde allí, la ciudad entera se veía como un diminuto hormiguero. Eso les encantaba.

"¿Louis?" volvió a hablar Harry, al cabo de otro corto rato.

"¿Sí, Harry?" cuestionó, mirando hacia arriba con sus ojos azules

"¿Tienes idea de cuánto te amo?" inquirió, frunciendo el entrecejo. 

El chico de la brújula tatuada suspiró, acomodándose de nuevo en el amplio pecho de su novio, sin contestar.

"¡Louis!" el nombrado miró hacia arriba una vez más, sin prestarle verdadera atención "¿LO SABES? ¿SABES CUÁNTO TE AMO?"

"Sí, Harry." lo tranquilizó, soltando todo el aire en tus pulmones.

"¿Y ahora, Louis?" le dijo, inclinándose hacia adelante con sus rizos haciendo cosquillas en las flacas mejillas del castaño "¿Ahora sabes cuánto te amo?"

"Que sí, H" replicó, removiéndose incómodo por el cosquilleo que producían los cabellos del otro chico en su rostro "Me dijiste cuánto me amabas hace como 5 minutos"

"Oh..." dejó caer sus manos sobre su regazo, y Louis se volvió a acostar, esta vez sobre la pierna del chico.

"¿Sabes? No hay forma de que sepas cuánto te amo ahora, Louis." dialogó, pensativo.

El amado volvió a dar un laaargo suspiro, y a pesar de lo molesto que era, le encantaba que Hazzy se pusiese así "¿Ah no?" desafió.

Harry meneó sus rulos de lado a lado "Nunca sabrás cuánto te amo, porque cada segundo que pasa te amo más que el anterior" declaró, convencido, y cruzó los brazos.

Louis abrió grandes, muy grandes sus ojos, y se acercó lentamente hasta su rostro, para depositar el más dulce de los dulces besos sobre sus delicados labios de mariposa.

"Yo te amo el doble de lo que tú a mí" reclamó, y en lugar de pelear o seguir hablando, rompieron en un fuerte abrazo que abarcó todos esos sentimientos cursis que no tenían otra forma de expresar.