La playa quedaba a tan solo diez minutos andando desde le pueblo, por eso, todos los niños que no teníamos que trabajar quedábamos allí para nadar y jugar. Cuando estábamos en la playa, teníamos que tener cuidado por dónde pisábamos porque había mucha basura de la Gran Era.
Sé lo que estás pensando y sí, aunque tenga siete años, sí que sé lo que es la Gran Era.
La Gran Era fue hace cien años, cuando todas las personas eran muy egoístas y estropeaban el planeta, por eso ahora no hay coches, ni fabricas y cada vez hay menos suelo y más mar: estropearon la Tierra.
Mi madre me ha dicho que, antes, para ir a la playa desde casa, había que ir varias horas en coche; también me ha dicho que había muchas nevadas y se quedaba todo blanco, me habría encantado verlo porque yo solo he visto nevar una vez y era negro. Me acuerdo que hablaban todo el tiempo de ello por la calle, según ellos, nevaba negro porque había mucha contaminación.
Aquel día decidimos jugar a los exploradores y buscar tesoros en la playa. Los demás siempre se enfadan porque yo siempre encuentro las mejores cosas; la semana pasada encontré una cosa que se llama teléfono (o eso es lo que me dijo mi madre). Ella lo usaba cuando era pequeña para hablar con sus amigas cuando estaban lejos.
Recuerdo que aquella tarde, mientras buscaba por la arena, mi mejor amigo Jacob me dijo que subiéramos al acantilado, que allí nunca subía nadie y entonces estaban los mejores tesoros, así que subimos sin que nos viera nadie. Si un adulto nos hubiera visto, nos habría puesto un gran castigo porque está prohibido, hace unos años se murió un niño porque se resbaló de una roca y se cayó. Pero nosotros éramos exploradores, no teníamos miedo de nada.
Mientras buscaba en un risco, vi algo en un peñasco más abajo que brillaba con el sol, era algo dorado... ¡una cadena de oro! Pensé que seguro que si lo vendía ganaría mucho dinero así que no me lo pensé dos veces y fui a cogerlo. Tiré y tiré pero no salía, lo agarré muy fuerte con las dos manos y tiré lo más fuerte que pude, pero se me resbaló de las manos y perdí el apoyo. Me caí hacia atrás, al agua, que se me clavo como mil chinchetas con el impacto de lo fría que estaba. Luché contra la corriente para intentar salir a la superficie pero me golpeé la cabeza con una roca y se volvió todo negro.

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Sumergido
Teen Fiction¿Qué sentirías si tu hermano de quince años se hubiera ahogado buscando una sirena? Aaron se cuestionaría la existencia de estos seres, a pesar de haberse reído de la obsesión de su hermano toda su vida. ¿Y si descubriera que tenía razón después de...