1Amelia empacaba sus últimas pertenencias antes de partir al lluvioso condado de Redford. No había sido su destino ideal pero la casa parecía un sueño y estaba tan alejada de la civilización que no pudo decir que no. Probablemente si se hubiera casado ahora mismo estaría viviendo en un penthouse de Manhattan, comprando basura a la que le dicen arte y asistiendo a esas aburridas reuniones a las que Brad la obligaba a ir.
«Así, Amy, sigue pensando en defectos de Brad»
Su terapeuta dijo que en cierta forma sacar los detalles molestos de su ex prometido podrían ser sanadores para que volviera a ser la misma mujer que era antes. Pero Amelia no recordaba un antes de Brad.
Regla número uno: Nunca dejes tus aficiones y sueños por un chico.
Amelia empezaba a hacer reglas para seguir y esa había sido la primera que escribió. Claro que, estaba tan borracha que no recordaba las demás pero esa había sido la principal. Y la seguiría al pie de la letra.
Así que una vez se deshizo del vestido de novia, envió tarjetas de disculpas a los invitados y se acabó el pastel de bodas, tomó la iniciativa y empezó a buscar mudarse de aquella ciudad cosmopolita que tanto daño le había hecho. Comenzaría su vida en un pueblo lejos de Nueva York y se dedicaría a hacer lo que dejó de lado por muchos años: Escribir.
Después de su primera novela, Amy había ganado fama y popularidad entre los lectores jóvenes que buscaban nuevas historias de la época actual.. Ella de alguna forma les había dado eso. Pero desde que se adentró a los círculos de artistas y conoció a aquél ser que no merece ser nombrado, se dejó llevar por la superficialidad y la vacía aprobación de los demás.
Ella era una chica soñadora de Indiana. Y de alguna u otra manera volvería a ser la misma que alguna vez fue.
—¿Segura que no prefieres mudarte a California o a Tennessee? Oí que ahí los hombres están para comerlos enteros. —dijo Kyra, una de las pocas amigas reales que tuvo en la ciudad y que ahora mismo cargaba con una caja dónde estaba escrita la palabra «Platos».
—La decisión ya está tomada, K. Aparte la casa es tan hermosa. Era una cabaña que...
Ella no la dejó terminar porque alzó su mano haciendo que parara.
—Sí, ya. Ya me contaste la historia del hombre solitario más de cuatro veces. Jesús, sólo a ti te gustan esas excentricidades.
Amy por su parte soltó una carcajada y dejó de apilar sus libros para ir a abrazar a la pelirroja que se mostraba un tanto enojada por la decisión tan precipitada, pero que no había dudado ni un segundo en ayudarla.
El abrazo tomó desprevenida a su amiga pero rápidamente la correspondió. En cuanto se soltaron, Amy soltó un suspiro.
—Joanne dice que alejarme es lo mejor.
Un sonido de exasperación salió de la boca de Kyra en cuanto se mencionó a la terapeuta y se cruzó de brazos.
—Juro que si te dice que te avientes de un puente para olvidar a Brad «Ass» Sanders lo harías sin pensarlo. Han pasado meses, Amy. Alejarte no es la solución. Enfrentarlo lo es. De todas maneras, él fue el idiota y todos lo saben.
Sí, hasta ella lo sabía. Pero no quería pasar más tiempo en Nueva York teniendo que esconderse de su madre y sus miradas de lástima o de sus hermanos que usaban cualquier excusa para presentarle a alguien cómo si el sólo hecho de ser plantada en el altar por un hombre fuera motivo de vergüenza en la familia y quisieran limpiando con un nuevo modelo de novio.
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Kenneth [PAUSADA]
WerewolfAmelia es imán de desastres. Su casi boda lo fue, su familia lo es y ni qué hablar de ella. Es por eso que ha decidido mudarse lejos de todos y empezar una vida desde cero. Sin embargo el hombre de ojos verdes la pone nerviosa. Y más el lobo que tie...