El escrito y la invitación

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En mi habitación repleta de posters, desordenada y sucia había un papel arrugado quemado por las puntas y muy amarillento. Parecía uno de los mapas de los piratas de las peliculas que veía de pequeño con mi hermana.
Lo abrí tranquilamente y vi un largo escrito con una letra tan pequeña que casi era invisible y escrita en lengua francesa al estilo antiguo. Si no puedo descifrar los poemas del castellano antiguo cuando estudio lengua castellana y literatura, este escrito se me haria todavía mas dificil.
Ordené y limpié mi habitación para que quedase presentable por lo menos para mi, porque la verdad esque todavía no había hecho ningún amigo a parte de los bloggeros atrapados en sus habitaciones sin salir y estudiando, y Maria del Mar.
Al acabar, lleve el escrito a la biblioteca del instituto que se situaba al fondo, justo enfrente de la quinta torre.
Por el camino, me encontré al director Francis el cual me mandó hacia su despacho.
Me temía lo peor, pero fue imposible que me castigara o me multara por algo que no se que he hecho.
Cuando llegamos al enorme despacho, él se sentó en su sillón granate perfectamente cuidado de piel de serpiente y cogió un sobre que había entre los muchos papeles milimetrados en la robusta mesa de cristal. Me leió lo que ponía suavemente:
-Señor, Diego Moreno Mateos, le comunicamos que a partir del próximo 9 de octubre está invitado a participar en la presentación del Museo del Oro situado en la torre colocada tras el instituto.

-Acepto la invitación, señor director- dije yo euforicamente. Sabia que podría investigar que escondía aquel recinto misterioso y silencioso del que no habla nadie.
Me despedí de Francis, cogí mi chaqueta y me dirigi hacia la biblioteca para descifrar el escrito, pero depronto un compañero me lo impidió.
Era alto, robusto, moreno de ojos oscuros. Se me planto delante de mi, me cogio del brazo y me aparto hacia un sitio mas tranquilo tras una pequeña fuente.
-Eres nuevo,¿no?- dijo el con su voz grave.
-Claro, ¿porqué lo preguntas?.
-Y, ¿sabes lo que hago yo con los nuevos alumnos?- me dijo el sonriendome con unos ojos penetrantes.
En ese momento no pude escapar aunque sabía lo que iba a pasar. En mi antiguo colegio no había abusones como este, pero los había visto por la tele y ya sabía que eran muy crueles.
Su puño se clavó en mi estomago, luego contra mis costillas y finalmente me pegó una patada un segundo antes de que se fuese corriendo sorprendido y mirando todo el rato a mi brazo.
Me miré el brazo y encontré un dibujo dibujado en el hecho con lineas negras muy gordas. No sabía lo que significaba, ni siquiera quien me lo podría haver hecho, era algo misterioso.


La Quinta TorreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora