Me desperté muy pronto. Eran las 6 de la mañana y el sol todavía no había salido. No se exactamente porque motivo me desperté aquel día tan pronto pero algo me decía que me avisaba de algo y así fue. Nada más levantarme, me reencontre con el escrito en la mesilla de noche, al lado de mi pequeño móvil.
Decidí aquel día ir a la biblioteca a descifrarlo pero sabía que enseñarle a James la pagina web que contenía la foto de María del Mar iba a ser complicado, así que desayuné, me vestí bien abrigado, me lave los dientes, imprimí la foto de María del Mar y la pagina web donde estaba colgada y me fui hacia la torre.
Llegué y nada más llegar la vieja de antes estaba apoyada en una estantería limpiando el polvo con el plumero más grande que había visto en mi vida. Como dije mi madre era, es y presiento que será una limpiadora compulsiva pero nunca había visto nada igual.
Aparte la vista de ella y subí las escaleras para dirigirme a la habitación de James y poder hablar sobre las fotos, pero de nuevo apareció la vieja para simplemente molestar sacando excusas detestables para no entrar.
No le hice caso y entre. Pensé que estaba loca, pero lo dejé y hablé con James.-He encontrado a una amiga en esta página web, ¿te suena?-le dije yo con desesperación.
-Me podrías haber dicho el nombre antes. Esta página web lleva años fichando, rastreando e investigando a las almas más oscuras del universo.- me respondió el con cara de indiferencia.
-Tengo una amiga de el Instituto que es Guía y se llama María del Mar. Aquí dice que ella es un alma oscura de nivel 4, pero ¡es imposible!- dije yo desconcertado.
Me cogió rápidamente las fotos que tenía en mis manos y revisó unas cuantas cosas. En la foto aparecían su nombre y sus apellidos, localidad, país y nivel.
-¿Que significan los niveles?- le pregunte interrumpiendo su rastreo.
-Los niveles los ponemos nosotros, en especial la reina de la Torre e indican que nivel de dificultad tienen para matarlas.- me respondió James sin dudarlo.
-¿Estas seguro de que no se han equivocado?- pregunté impaciente por tener la respuesta que esperaba.
-No, nunca en nuestra historia nos hemos equivocado en ningún archivo o copia.- respondió James levantándose de su sillón verde.
-No puede ser. Lo siento pero María del Mar no puede ser un alma oscura de esas a las que nosotros matamos para proteger. Esta claro que ella es demasiado buena.
Me puse nervioso y no quise hablar más del tema porque esto me estaba matando. No me lo podía creer así que recogí de nuevo las fotocopias que le traje a James y me fui por la puerta donde estaba de nuevo la vieja misteriosa con su plumero gigantesco.
Salí de la Torre para dirigirme directamente a comentarle todo eso a María del Mar sin ninguna duda.
Entre en el Instituto y me la encontré en el pasillo donde nos conocimos. La lleve hasta el jardín de la parte de atrás del edificio y comenzamos a hablar sobre el tema.-Me ha llegado una información de que tu no eres como nosotros ni como casi toda la gente que te rodea. Tienes algo especial que te hace distinguir lo bueno y lo malo.-le expliqué despacio.
-No te estoy entendiendo. Dices que soy diferente a los demás. ¿Porqué lo dices? -preguntó ella sin enterarse de lo que le estaba diciendo.
-Digo que eres una alma maligna de las que intentan apoderarse del mundo y dejar atrás a los protectores que somos gente como yo que vivimos en la quinta torre.- le dije sin importar lo que respondiese.
-¡Aaaa!, hablas de los dos bandos.
Te prometo que solamente he oído hablar a gente sobre los dos equipos y yo no estoy en ninguno de ellos.-¿Cómo que no?, en estas fotocopias esta la verdad- le dije enseñándole las hojas.
- Esto debe de ser una broma. Yo nunca he sido un alma maligna ni he matado a nadie.- me dijo guiñando un ojo.
Enseguida me fui de nuevo para clase al sonar el timbre, pero sentía que me estaba mintiendo y al final iba a saber la verdad.
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La Quinta Torre
Science FictionUn joven llamado Diego con una vida asquerosa coge un avión hacia un lugar en el que pasan cosas muy extrañas y en el que conoce a un grupo de personas que le cambian la vida.