¿Problemas? Siempre (Pausado)

Maratón (3-3)

Abro los ojos y veo que estoy en la cama de Camyl, trato de levantarme pero un terrible dolor inunda mi cabeza; eso sólo significa una cosa: Tengo resaca.

Tomo mi celular y veo que son las 9:30 a.m, también veo que tengo 1 mensaje y 10 llamadas perdidas; todas de mi tía.

Leo el mensaje.

De: Tía Jane.
Para: Sky.

Hola Sky, David me contó que tenías una fiesta y sólo quiero avisarte que la mudanza se adelantó, nos mudamos mañana.

¿Qué? Observo a que hora me mandó el mensaje, lo envió ayer a las 11:46 p.m.
Me incorporo de la cama pero lo único que logro es que el dolor de cabeza aumente, escucho pasos acercarse al cuarto y entonces la puerta se abre de golpe.

- Hola dormilona, aquí tienes - Camyl me entrega una pastilla - después de lo de ayer debes tener una resaca del demonio .
- Gracias - tomo la pastilla - Hoy me mudo, hoy es el día.
- ¿Hoy? ¿Tan pronto?

- Si, no quiero irme - lagrimeo un poco, no me gusta que me vean llorar - Los voy a extrañar demasiado.

- Yo tampoco quiero que te vayas porque si eso pasa, tú harás una nueva mejor amiga y ya no podremos mudarnos juntas ni tampoco podremos hacer que nuestras hijas sean mejores amigas.

Camyl me abraza y llora de una forma dramática, tanto que me hace reír entre lágrimas.

- Hola chicas, ¿Pueden creer que encontré a tu perro ebrio, Camyl? - dice Mike entrando a la habitación acompañado de Rodrigo.

¿Tobby estaba ebrio?

- ¿Están llorando? - pregunta ingenuo Rodrigo.

- No sólo estamos sudando por los ojos - respondo.

- Pero ¿Qué pasó?
- Hoy día me mudo.

Los dos me miran entre sorprendidos y decepcionados.

- ¿A qué hora tienes que irte? - es lo único que Mike logra decir.

- Supongo que ahora.
- Nosotros te llevamos a tu casa.

Camyl y yo nos ponemos de pie para dirigirnos a la puerta pero en eso ella me detiene.

- No creo que quieras salir en brasier a la calle ¿Cierto?

- ¿Por qué estoy en brasier?
- Ayer dijiste que tenías calor, así que te quitaste la blusa. ¡Eres mucho más alocada cuando estás ebria!

Río un poco, no recuerdo que eso haya pasado pero si me imagino a Camyl tratando de calmarme en ese estado.

Localizo mi blusa y me la pongo, ahora sí puedo salir a la calle.

Vemos a mis amigos esperándonos en el auto, Rodrigo va conduciendo, así que no garantizo que llegue viva a mi casa.
Apoyo mi cabeza en el ventanal del auto y observo el paisaje.

Hoy es el día, a partir de mañana comienza otra etapa y todavía no la acepto del todo.

Bajamos del auto, nos paramos en la entrada y yo toco el timbre porque olvidé sacar mis llaves ayer. Mi tía nos abre.

- ¡Aleluya! - dice ella - Ya me tenías preocupada, tenía miedo de que algo te pasase.

- Gracias por preocuparte por mí.
- ¿Quién te habla a ti? Ayer te llevaste mi cartera y tenía miedo de que algo le pase - dice quitándome la cartera.

Todos ríen menos yo porque estoy ocupada asesinando a mi tía con la mirada.

- Bueno Sky, si leíste el mensaje que te envíe entonces sabes que hoy nos mudamos...

- Si, lo leí.
- Jane - interrumpe Camyl - ¿No hay forma de que Sky se quede?
- Lo siento mucho pero no, ella tiene que irse conmigo.

Nos quedamos callados, ya no había más que decir, la decisión ya estaba tomada.

- Bueno, nos vamos en la tarde así que pasen y disfruten el tiempo que les queda juntos - dice mi tía antes de ir a la cocina.

Nos dirigimos a la sala y se me ocurre una idea.

- ¿Película?

******

- ¡No seas estúpida Rosse, los dos caben en ese madero!

Después de varias sugerencias de películas como: Transformers, Nemo, Bajo la misma estrella y otras más; nos decidimos por ver Titanic.

- ¡No Jack, no te congeles!

Cualquiera diría que la persona que le grita al televisor es Camyl o tal vez yo pero no; quien está gritando así es Rodrigo.

- ¿Todavía no aceptas que eres gay? - le dice burlona Camyl al admirador de Jack.

- Dices eso porque tú no aceptas que estás enamorada de mí pero no te culpo, soy un dios griego.

Y entre risas y más risas escuchamos las palabras que no queríamos escuchar.

- ¡Skyler, David! Es hora de irnos.

Todos salimos de la casa para ver a mi tía con las llaves del auto.

- Bueno, ya es hora de irme - digo a mis amigos.

- Por favor, Sky no nos olvides - dice Mike.

- Eso ni con amnesia pasaría, son mis mejores amigos.

- Pobre de ti que me reemplazes con otra mejor amiga porque ahí si te asesino - dice Camyl.

- No te preocupes, porque si eso llega a ocurrir yo misma me mato.

- Te veremos por Skype ¿Cierto? - dice Rodrigo

- Por supuesto.

Y bueno después de algunas advertencias más de parte de mis amigos, subo al auto junto con David.

Mi tía enciende el motor y en eso recuerdo algo.

- Por cierto Camyl, en la fiesta Thomas me dijo que quería invitarte a salir - grito desde la ventana mientras el auto se aleja.

- Te voy a matar por no decirme antes.

No puedo evitar reír ante su reacción, después de esta despedida me doy cuenta que lo de Thomas no es nada comparado con la mudanza.

Nos estamos alejando cada vez más de la que ahora sería mi antigua casa.

¡Este será un nuevo comienzo!

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¡Terminó el maratón!

Esta parte de la historia me dio un poco de pena pero ya veremos todo lo que le esperará a Skyler en Madrid.

¡Ojalá les haya gustado este maratón!

Chau :)

- Ruth